Bruselas, Bélgica.-
El objetivo de la célula terrorista que perpetró los atentados del 22 de marzo pasado en el aeropuerto y metro de Bruselas, que dejaron 31 muertos y más de 300 heridos, era volver a atacar París, reveló hoy la Fiscalía Federal de Bélgica.
“Numerosos elementos de la investigación han demostrado que el grupo terrorista al principio tenía la intención de atentar de nuevo en Francia, pero al ser sorprendidos… tomaron la decisión urgente de atacar en Bruselas”, afirmó la Fiscalía belga en un comunicado.
El rápido avance de la investigación y detenciones clave de los terroristas vinculados a los atentados del 13 de noviembre en París, agregó la declaración, les llevaron a cometer los atentados en la capital belga.
Fuentes próximas a la investigación han encontrado información que indica que la célula terrorista tenía dos objetivos en París: un centro comercial muy próximo de La Défense y una asociación católica conservadora.
La Procuraduría explicó que los últimos arrestos realizados por la Policía belga en días pasadoS, entre ellos el de Mohamed Abrin, el tercer terrorista identificado como “el hombre del sombrero”, confirman la hipótesis de que la célula yihadista quería atentar otra vez en Francia.
El terrorista belga-marroquí admitió la víspera ante la Policía que él es el “hombre del sombrero” y que tras las explosiones en el aeropuerto en el último momento cambió de idea y decidió no accionar su chaleco explosivo, como sí lo hicieron sus cómplices.
“Abrini lanzó su chaqueta en una papelera y luego se deshizo de su sombrero, huyendo del lugar de los hechos a pie”, destacó la declaración oficial.
La Fiscalía recordó que Mohamed Abrini, quien ya estaba inculpado por los atentados de noviembre en París, fue imputado por los “asesinatos terroristas” en la investigación de los ataques del 22 de marzo en Bruselas.
“El juez presentó contra él los cargos de participación en actividades de un grupo terrorista, asesinatos terroristas y tentativas de asesinatos terroristas”, subrayó.
Los investigadores belgas sospechan que Abrini acompañó a Salah Abdeslam, último sobreviviente de los comandos que atacaron París, y a su hermano Brahim, quien se hizo estallar en las calles de París, en dos viajes que realizaron entre Bruselas y París, poco antes de los atentados.
Según la fiscalía belga, durante esos viajes, los extremistas alquilaron los escondites que utilizaron para planear los detalles de los ataques armados del 13 de noviembre pasado contra varios sitios públicos de la capital francesa, que dejaron 130 muertos y decenas de heridos.
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