El sábado pasado se realizó la llamada Marcha por la Paz, en la que participaron representantes de todos los sectores de la sociedad, para protestar por la inseguridad que prevalece en la región y hacer un llamado a las autoridades para emprender acciones que verdaderamente combatan la impunidad y la violencia, que golpea a la sociedad sin distingos de clases.
Ninguna organización civil quiso públicamente asumir la organización y la convocatoria de la Marcha por la Paz, se promovió a través de las redes sociales y mediante volantes que se repartieron en la población, lo cual tuvo sus consecuencias porque fueron muy pocos los asistentes, si partimos que miles de familias, directa o indirectamente han sido agraviadas por los delitos que cometen los delincuentes, con absoluta impunidad.
Si el objetivo era que nadie en particular se colgara la medalla de la Marcha por la Paz y por eso a ninguna organización se le permitió hacer la convocatoria, creemos que se logró a medias y lamentablemente a costa de no tener eco en las invitaciones para que hubiéramos atestiguado una marcha más numerosa.
Digo que el objetivo se logró a medias, porque a pesar de que en las invitaciones que se hicieron se decía que la marcha era apolítica, en ella fue notoria la participación de algunos políticos, que debieron abstenerse y respetando la convocatoria.
Como seguramente habrá otras marchas, como anticipó el empresario, René González Rascón, el único orador al final de la manifestación, que concluyó en la plaza Hidalgo, los yerros de la planeación de esta primera, deberán de corregirse para que en las próximas haya mayor eco.
Y en esa evaluación de planeación, los hombres de la sociedad civil deberán reforzar las acciones para evitar que un movimiento civil como el que ya se puso en marcha, que tiene un fin noble, no se politice como algunos quisieran para llevar agua a su molino.
La sociedad civil deberá de tener suficiente inteligencia para cerrarle la puerta a los políticos advenedizos y oportunistas, con el propósito de que no contaminen este movimiento social y pretendan arrebatarles esa bandera para alzarse como los salvadores de Matamoros.
Creemos que fue un gran acierto que se haya seleccionado a don René González Rascón, como el más indicado para hablar al término de la marcha por la paz, porque es un hombre de negocios, que no tiene filiaciones con algún partido político, lo que permite asegurar que su participación tiene solamente como objetivo buscar el bien común, promover acciones para mejorar la seguridad de Matamoros.
Durante su mensaje, González Rascón, dijo a los participantes: “Queremos agradecerles con todo el corazón su presencia, su esfuerzo por acompañarnos para protestar públicamente por la situación trágica que hemos estado viviendo por muchos años en esta región de Matamoros”.
Advirtió que “esta es la primera marcha, hasta que no logremos los objetivos que estamos persiguiendo. Habrá más, la cantidad de marchas pacíficas como esta van a ser del tamaño que se tarden las autoridades en hacernos caso, para poner soluciones a los problemas de impunidad y violencia que nos aquejan todos los días a la región de Matamoros”.
Gonzalez Rascón, volvió a agradecer la presencia de los participantes “al grupo de personas que queremos a Matamoros, para buscar que en un futuro no muy lejano podamos estar respirando un aire de paz y de tranquilidad, que queremos para nosotros, para nuestros hijos, para nuestros nietos y bisnietos”.
Fue sin duda un mensaje prudente, inteligente, sin confrontaciones de ninguna naturaleza con las autoridades de los tres niveles de gobierno, dejando en claro que no buscan pleitos, sino que se les escuche y que sean atendidos.
No dudamos que en breve las autoridades del Gobierno Federal, del Gobierno del Estado y del Municipio, habrán de atender sus demandas y que sabrán escuchar las propuestas que seguramente les harán llegar a la brevedad posible.
La clave está, insisto, en no politizar el despertar de la sociedad.
PICADILLO……En la marcha por la paz de Matamoros, observamos entre otros a: Ruy Rendón, Obispo de la Diócesis de Matamoros; el Cónsul General de los Estados Unidos, Thomas Mittinach; a Juan José Camorlinga, presidente de la Coparmex; al Ing. Rubén Carrillo, Santos Lozano, Eduardo García, Rogelio Martínez, Fernando de la Garza, al pastor, Víctor Carretero Balboa, a Federico Rivera Izaguirre, Víctor Alfonso Sánchez Ruelas y Raúl García, entre otros……Muy concurrida estuvo la ceremonia del cambio de directiva de la Asociación Mexicana de Mujeres Empresarias, capítulo Matamoros, cuyo liderazgo asumió, Julia Lilia Martínez Dávila. La toma de protesta estuvo a cargo de Mónica González García, secretaria de Desarrollo Económico y Turismo del Gobierno del Estado y correspondió a la alcaldesa, Leticia Salazar Vázquez, colocarle un pin de la AMMJE a las nuevas dirigentes de esa agrupación, que cumple 9 años en Matamoros.
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