México, D.F. Julio 26.-
Si tu pareja y tú han tomado la decisión de probar algún juego sexual para agregarle más intensidad y diversión a su vida íntima, es importante que antes tengan claras las reglas a seguir para que no haya sorpresas y al final resulten los dos vencedores.
Primero debe tenerse claro que este tipo de entretenimientos son considerados una herramienta para darle al encuentro erótico mayor excitación y placer, además de innovación para romper con la rutina.
Reglas de oro
Sin reglas no hay juego. Esto no significa que se deban establecer formalmente entre ambos, sino que tienen que fijarse límites para que al jugo se adapte y satisfaga las necesidades de ambos.
Una vez que se ha decidido a lo que se va a jugar, lo siguiente es convenir los objetivos. Para comenzar es recomendable indicar quien está al mando, lo cual puede resultar reconfortante para ambos.
Posteriormente se debe asumir el papel activo, por parte de quien iniciará la partida, ya que es la base de la mayoría de los juegos sexuales.
El siguiente punto es contestarse en pareja la pregunta: ¿qué queremos fomentar?, tomando en cuenta los siguientes puntos:
– La confianza que existe.
– Qué cosas excitan a uno mismo y a la pareja.
– La expectación del otro.
– Las fantasías secretas.
– La seguridad de que el juego cubra los deseos de ambos.
– Las formas imaginativas de llevar a cabo las acciones o personajes del pasatiempo.
Por otro lado, también deben platicarse aquellas cosas que se quieren evitar porque incomodan, no olvidando que el juego es solamente una herramienta para obtener placer.
La siguiente regla es conocer hasta dónde quiere la otra persona que llegues, ya que hay pasatiempos que incluyen desde las caricias y los besos, hasta las mordidas y los azotes suaves.
Con el consentimiento de tu pareja puedes establecer una palabra clave que se mencionará cuando una acción no sea satisfactoria para que se elimine de la partida.
Las cosas que deben evadirse son el rebasar los límites establecidos con anterioridad por ambos; no hacer caso a la pareja cuando mencione la palabras clave; incorporar a una tercera persona (a no ser que se haya acordado) ni herir física o emocionalmente al amante.
Y la última regla, que quizás sea la más importante, es la confianza en el otro, pues no tiene sentido establecer medidas de seguridad si, en el fondo, se teme que el amante pase por alto nuestros deseos, por lo que se estará preocupado e inseguro y la experiencia sexual será pobre y dolorosa.
Los ensayos
Los aficionados a los juegos sexuales suelen ser personas más atrevidas y teatrales que los amantes románticos. Y como no todo el mundo nace sabiendo actuar, lo mejor es tomarse las cosas con calma, que poco a poco se va ganando la experiencia.
Para que el momento se convierta en inolvidable, las acciones no son lo único que debe ser especial; también se puede preparar el lugar en el que se realizará el encuentro erótico con el fin de sentirse cómodo.
Y ahora sí, llegó la hora de llevar a cabo lo que se estuvo planeando con tanto anticipación y deseo. La sugerencia es ir poco a poco, como si fuera un ensayo, para contrarrestar los nervios.
La idea es explorar, tanto los deseos del cuerpo mismo como los del amante, con toda tranquilidad. Lo único que importa en ese momento es que lo que ocurra los haga sentir bien a los dos.
Una ola de besos y caricias como preámbulo ayudará, a que ambos se sientan más seguros, pues finalmente, casi todos experimentamos miedo e inseguridad al enfrentarnos a nuevas facetas sexuales. Para continuar debe dejarse volar la imaginación y lo demás ya será pura diversión.
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