El gobierno federal se ha vuelto experto en crear identificaciones para los ciudadanos, ayer anunció Felipe Calderón una nueva cédula de identidad.
Y como la decisión ya está tomada y no hay para dónde hacerse, vamos a hacer un listado de todas las identificaciones que debemos cargar los mexicanos para ser reconocidos como tales.
Cuando nacemos hay que registrarnos en el hospital donde vimos el mundo por primera vez, si es católico tiene que tramitar su fe de bautismo, ese documento debe llevarse al Registro Civil para obtener nuestra acta de nacimiento, previa elaboración de una cartilla de vacunación, donde estamos obligados a recibir todas las vacunas gratuitas.
Si queremos ir al extranjero tenemos que tramitar nuestro pasaporte, entregando nuestra acta de nacimiento, pero si fuimos registrados de manera extemporánea tenemos que llevar la de nuestros padres o hermano mayor. Y lo chistoso, es que le piden la visa que expide el gobierno estadounidense para complementar la documentación y hasta la fe de bautismo en un Estado que se dice laico.
Luego nos inscriben en el jardín de niños, cuando terminamos nos entregan un certificado de terminación de estudios, de ahí nos vamos a la primaria y hay que presentar todos los documentos anteriores, a excepción del registro del hospital y el pasaporte, para que probemos que somos quienes decimos que somos.
En ese lapso hacen que tramitemos la Clave Única de Registro de Población, la CURP, que se suponía sería la identificación de las identificaciones, según dijeron cuando dieron a conocer con bombo y platillo que ya estaríamos todos registrados en este país.
Luego sigue la secundaria, la prepa, y en ese inter los hombres que tengan la edad reglamentaria tienen que marchar, para obtener su cartilla militar liberada un año más tarde, a la par con eso, hay que tramitar la credencial de elector para que al cumplir 18 años ejerzamos el derecho de votar.
Al terminar la universidad nos volvemos a registrar para obtener nuestro título profesional y así tener nuestra cédula que nos identifica como profesionistas.
En ese proceso se supone que ya estamos trabajando, entonces ya debimos de haber acudido ante el Sistema de Administración Tributaria, SAT, o sea ante la Secretaría de Hacienda para registrarnos como contribuyentes del fisco.
Si recibimos atención médica de alguna institución federal como el IMSS o el Seguro Social, tenemos que contar con una credencial que nos identifica como derechohabientes.
Si manejamos un automóvil debemos de haber obtenido con nuestra licencia de manejo.
Ya me perdí, pero creo que haciendo cuentas son doce identificaciones para las mujeres, si son católicas, trece para los hombres, porque le tienen que agregar la cartilla militar y la fe de bautismo si son católicos.
De todos esos documentos si usted va a hacer un trámite al banco tiene que presentar o su credencial de elector o su pasaporte, de otra manera no le permiten sacar SU propio dinero de SU cuenta. Entonces ¿para qué sirven el resto de los documentos?
No se suponía que el gobierno federal estaba haciendo las cosas para facilitarnos la tramitología, pero si echamos un vistazo al pasado, el burocratismo sigue tan fresco en nuestras vidas, como si viviéramos en los años setentas.
Y ahora nos anuncia Felipe una nueva identificación, que dice tendrá identidad biométrica de cada mexicano y será garantía de identidad legal y jurídica para cada ciudadano de este pobre México. ¿No se suponía que el resto de los documentos aquí enlistados, lo eran?
Felipe no dijo cuánto nos costará a los mexicanos esa nueva identificación, ni qué empresa llevará a cabo el registro, ni quiénes se beneficiarán de ese nuevo negocio.
Sólo dijo que la identidad biométrica se refiere a relacionar el rostro con las huellas dactilares y la huella del iris de los ojos, para evitar falsificaciones.
Como vemos el futuro nos alcanzó, esto será como la película Priority Report con Tom Cruise, donde para robarnos nuestra identidad tendrán que sacarnos los ojos… literalmente.
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