México.-
Aunque jamás imaginó que su vida estaría marcada por el rock, el cantautor Saúl Hernández aseguró que desde que era pequeño sentía atracción por la música, y ahora para él, es como un tatuaje que se lleva en el alma, es incluso su religión.
En entrevista con Notimex, el autor de temas emblemáticos como “Fuerte” y “Un mal sueño” detalló: “Jamás imaginé que viviría todo lo que hasta hoy en día hemos vivido, pero sí desde que iba en la primaria dibujaba en mi cuaderno grupos de rock y vivía en esa emoción musical, me volvía loco ver tocar en vivo a un grupo”.
Su primer contacto con la música fue cuando su papá lo llevó a él y a sus hermanas a un cine de la colonia Guerrero.
“Estaba muy pequeño, pero vimos ‘La noche de un día difícil’, de The Beatles, y al llegar y ver a los que están cantando la música que te llega a casa, ahí fue la conexión total. Al verlos ahí dije esto es magia, no está pasando”, refirió con gran emoción.
Indicó que desde siempre, desde su infancia, tuvo atracción por la música en todos los sentidos y que fue su hermana mayor quien lo involucró muchísimo, “porque ella vivió la época de los 60, fue su época y momento, era adolescente”.
De acuerdo con el intérprete, quien está por emprender una gira por Estados Unidos con su proyecto como solista, fue su hermana quien lo acercó a The Beatles, The Rolling Stones, Jimi Hendriks, entre otros.
“Ella me enseñó ese carácter tan emotivo y entrañable entre el ser humano y la música”, expresó el multiinstrumentista y vocalista de Caifanes.
Sobre su primer contacto con la música, refirió que fue con Pepe Navarro y Salvador de la Fuente, con quienes formó un grupo serio que se llamó Deimos.
“Teníamos entre 15 y 16 años a lo mucho. Estábamos muy chicos y ensayábamos, pero una vez fuimos a un concierto de rock en la Glorieta de Insurgentes, a ver a Caja de Pandora y Mistus, pero La Caja nunca llegó, entonces un amigo de un amigo, se nos acercó y dijo: Ustedes están formando un grupo y son tal y tal, y que nos dice súbanse porque falta un grupo”, relató.
Sostuvo que aunque iban como fans de Mistus, en su calidad de adolescentes babeando por los instrumentos y viendo a los grandes, fue una experiencia increíble, pues ahí “debutamos, fue el primer concierto que dimos y es una experiencia inolvidable, una que hasta ahora no ha parado”.
Entre anécdotas, el músico señaló que una de las travesuras que hizo por seguir su sed musical, fue viajar a Puebla a un concierto de Queen, “fue algo así como irte de pinta pero de tu casa”, apuntó.
Detalló que tuvieron que dormir en el coche, porque no tenían dinero para hoteles ni nada, ya que con trabajo pudieron comprar los boletos, y es que dijo, la música es un tatuaje que se lleva en el alma, es incluso “mi religión”.