La halterista mexicana Amalia Pérez salvó el día para México. Con su medalla de oro logró evitar el descenso en el medallero de los Juegos Paralímpicos de Beijing 2008 donde México se sitúa en el lugar 14.
Pérez le dio a México su cuarta medalla de oro al ganar la final de la categoría -52 kilos en la cual impuso récord paralímpico con 128 kilos.
“En mayo realizamos un campamento de preparación y desde ese momento sabía que iba a ganar, el trabajo que desarrollamos nos dio toda la confianza y la certidumbre”.
La deportista originaria del Distrito Federal se presentó como una de las favoritas para disputar el oro, aunque para convertir la promesa en realidad debió vencer a la rusa Tamara Podpalnaya, monarca de la categoría en los pasados Juegos Paralímpicos de Atenas 2004.
La oportunidad para Amalia llegó cuando Podpalnaya se quedó en el intento de levantar 127.5 kilos en su tercera aparición en el gimnasio de la Universidad de Aeronáutica y Astronáutica de Beijing.
Al grito de México, México, México la mexicana levantó en la primera oportunidad 122.5 kilos por los 117.5 que acreditó la rusa.
En el segundo intento, Pérez y Podpalnaya lograron levantar 125 kilos para dejar todo en el tercero y definitivo.
El apoyo del público se hizo sentir en el escenario para la mexicana después de que la rusa no pudo con su intento de 127.5 kilos. Con el oro asegurado, la mexicana registró 128 kilos para confirmarse como la mejor de su categoría.
Aún así quería más, por lo que se aventuró al cuarto intento con la mente fija en el récord mundial, que desafortunadamente no cayó, Perez no pudo acreditar los 131 kilos.
Con la medalla de oro al cuello, esa falla importó poco, la mexicana vivía uno de los momentos más felices de su carrera deportiva al lado de su entrenador y esposo Enrique Alvarado.
Esta era la primera vez en sus tres participaciones olímpicas que conseguía subir a lo más alto del podio.
En Atenas 2004, repitió la medalla de plata conseguida en Sydney 2000, al quedar detrás de Podpalnaya, por lo que ayer, vivió una de las revanchas más dulces.
“Tenía los deseos de escuchar el Himno Nacional y de ver izada la Bandera de México en el primer lugar. Ahora lo que sigue es trabajar para los Juegos de Londres”, comentó.
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