Más de un centenar de personas, en su mayoría jóvenes, esperaron la llegada del cuerpo del joven Pablo Larios Garza, hijo del ex portero del mismo nombre, quien arribó a la agencia funeraria Gayosso de esta frontera, donde será despedido.
Compañeros de escuela, amigos y familiares vestidos completamente de color negro recibieron entre llanto y aplausos el cuerpo de quien falleciera este fin de semana en su intento por llegar a Estados Unidos para ver a su novia, luego de haber cruzado el río Bravo a nado.
Coronas, arreglos florales y globos fueron algunas muestras de cariño que sus compañeros de escuela y amigos llevaron para darle el ultimo adiós a quien calificaron como una persona sociable y amigable.
Alan Leal, amigo desde hace cuatro años del ahora fallecido, definió a Pablo Larios como un joven alegre, bailador, sociable, buena gente y muy prendido.
“Era un chavo muy buena onda y siempre nos contaba que su papá era futbolista y algunos amigos le pedían autógrafos de su papá, aunque nunca se los entregó pero siempre nos hablaba de él”, dijo el amigo quien se notaba afligido.
Por su parte, Pablo Larios Iwasaki, ex guardameta de la selección mexicana de futbol, contrariado pero sereno ante la pérdida de su vástago, lamentó los hechos ocurridos que propiciaron la muerte de su hijo de 19 años de edad, quien estudiaba la preparatoria en esta frontera.
En entrevista, Larios refirió que por razones laborales él se encuentra en la ciudad de Puebla, pero que sus tres hijos, Carlos, de 25 años; Sumiko, de 16, y el ahora fallecido Pablo, de 19, residen en esta frontera con su madre Leticia Garza.
“Mi hijo era muy buen niño, sociable y lamento que sucedan estas cosas” dijo el ex seleccionado nacional, quién recordó que el pasado miércoles 3 de septiembre su hijo cruzó a Estados Unidos a nado a través del río Bravo.
Esto último para encontrarse con su novia, quien radica en el valle de Texas, para acompañarla al concierto que ofrecía el cantante español Enrique Iglesias en Hidalgo, Texas.
Agregó que ese mismo miércoles por la noche se dieron cuenta que su hijo no llegó a su destino y comenzó la búsqueda un día después, por lo que acudieron a las autoridades del consulado de México en McAllen, en busca de ayuda.
El ex futbolista comentó que fue hasta el pasado sábado 6 que autoridades de Estados Unidos les notificaron que habían localizado un cuerpo entre matorrales a la altura de Granjeno, Texas.
Siempre sereno, Larios Iwasaki dijo que fue hasta el pasado lunes cuando elementos de la Patrulla Fronteriza confirmaron que el cuerpo encontrado durante el fin de semana se trataba de su hijo.
El ex futbolista reconoció y agradeció el apoyo recibido por parte del personal del Consulado de México en McAllen para la localización del cuerpo de su hijo, trámites y gastos que se realizaron en el Valle de Texas.
“Estamos muy agradecidos por todo el apoyo brindado por parte de las autoridades del consulado de México en McAllen, gracias a ellos encontramos a mi hijo”, señaló.
El cuerpo del joven Pablo Larios se está velando en la sala D de la agencia funeraria Gayosso y será sepultado en el panteón Español de esta frontera a las 16:00 horas de este jueves.
Se espera que se rinda una misa en su honor una hora antes de su partida al cementerio, sin embargo, esta no ha sido confirmada.
Discussion about this post