México, D.F. / Agosto 4.-
El Vaticano revocó las facultades sacerdotales al mexicano Nicolás Aguilar Rivera tras haberlo hallado culpable de abuso de menores al cabo de un proceso iniciado en 2007, dijeron fuentes de la Sede Apostólica. Nuevas revelaciones obtenidas por Notimex confirman que la separación del estado clerical le fue impuesta a Aguilar Rivera como resultado de un “proceso administrativo” que corrió por cuenta de la Congregación para la Doctrina de la Fe.
Actualmente prófugo de la justicia, Aguilar Rivera ha estado en el centro de varias controversias judiciales tanto en la diócesis de Tehuacán (México) como en Los Angeles (Estados Unidos), donde ha sido acusado de pederastia. Según fuentes confidenciales, la Sede Apostólica inició el proceso en su contra en 2007 a petición del obispo de Tehuacán, Rodrigo Aguilar Martínez, regido por el artículo 1720 del Código de Derecho Canónico (CIC).
En la justicia eclesiástica este apartado norma los procedimientos “extrajudiciales”, es decir en los que no se lleva a cabo un juicio canónico, entre otras cosas porque la persona no se encuentra localizable.
Al respecto el CIC establece en el canon 1720.1 que se “hará saber al reo la acusación y las pruebas, dándole la posibilidad de que se defienda, a no ser que el reo, legítimamente llamado, no quisiera comparecer”.
Además se “deben sopesar cuidadosamente con dos asesores todas las pruebas y argumentos” y “si consta con certeza el delito y no se ha extinguido la acción criminal, dictará decreto”.
Para el caso de Nicolás Aguilar se cumplieron todos estos pasos a los cuales se sumó a una “investigación previa” que incluyó la recopilación de pruebas documentales tanto en México como en Estados Unidos.
Toda la información fue sometida a un análisis “minucioso y amplio” de parte de los jueces del Vaticano mientras que, en su calidad de prófugo, el imputado no respondió físicamente a las acusaciones.
El resultado del proceso fue la declaración de “culpable de abuso de menores”, considerado como uno de los tres “graviora delicta” (delitos graves) que pueden cometer los sacerdotes. Los otros dos son: atentado contra la eucaristía y contra la confesión.
La sentencia fue sometida al Papa Benedicto XVI, quien autorizó aplicar la pena de “dimisión del estado clerical” en una resolución “suprema e inapelable”.
Entre las acusaciones que pesan sobre Nicolás Aguilar destaca la de Joaquín Aguilar Méndez, quien lo denunció ante la mexicana Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal por abusos.
Además el 18 de junio pasado una presunta víctima estadunidense, John Doe (su nombre verdadero no se ha dado a conocer públicamente), inició una querella contra varias instituciones que supuestamente encubrieron a Aguilar.
Entre los demandados ante las cortes de Estados Unidos se encuentran los Servicios de Educación de California, la arquidiócesis de Los Angeles y la diócesis de Tehuacán.
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