Cd. de México.- En dos días, Grupo Famsa registró una caída de 34% en el valor de su acción en la Bolsa Mexicana de Valores (BMV), pero la pérdida de valor no estuvo relacionada con una salida de efectivo o afectaciones a nivel corporativo, sino con un tema vinculado a balance general que no tuvo afectación en su estado de resultados.
La acción de GFAMSA (por su clave de cotización) comenzó su caída el pasado miércoles 25 de mayo y cerró la sesión con una baja de 11.8%. Un día después, la cotización de la acción volvió a desplomarse e incluso su cotización fue suspendida en la BMV para terminar con una baja 25.3%. Tras el impacto, los títulos de la regia terminaron a un precio promedio de 7.33 pesos, su mínimo en los últimos cinco años.
En medio del caos, Famsa envió un comunicado en el que reconoció “un desacierto en la mecánica de identificación de ciertos portafolios de crédito del año 2015 y anteriores, considerados en la determinación de la valuación y registro del deterioro de las mencionadas carteras, de conformidad con las normas internacionales de información financiera”.
¿Qué significó eso?
EL UNIVERSAL buscó a Famsa, quien detalló que su principal negocio es proporcionar crédito a sus clientes para que obtengan bienes durables, incluso el 80% de sus ventas son a crédito, por lo que el principal activo dentro del balance son las cuentas por cobrar y la suma de los créditos llegan a formar un portafolio de crédito que abarcan diferentes territorios como México y Estados Unidos, así como aquellos otorgados por Banco Ahorro Famsa.
Por regla, cualquier portafolio de crédito debe tener una reserva, que significa contemplar dinero por la probabilidad de la cobranza en el futuro o también llamado deterioro.
El problema de la compañía consistió en una omisión de la estimación de la incobrabilidad de ciertos portafolio de crédito.
“No tenían una reserva asociada, pero si tenían deterioro, por lo cual requerían esta reserva bajo lo estipulado por norma internacional”, explicó Paloma Arellano, gerente de relación con inversionistas de Grupo Famsa.
¿Implicó dinero?
Famsa hizo el ajuste y constituyó su reserva adecuada o suficiente para el portafolio de crédito en su balance.
En su comunicado dijo que “se incrementó la estimación de reservas por incobrabilidad del portafolio de crédito consolidado, así como su correspondiente impuesto diferido, impactando en términos netos el capital contable de Grupo Famsa en 2 mil 100 millones de pesos”.
Para contar con las reservas, Famsa enfrentó o pasó de la partida de utilidades acumuladas a la partida de reservas, lo que al final afectó el capital contable de la compañía. El capital contable representa la diferencia entre los activos y los pasivos de un corporativo.
Famsa respalda
En entrevista con EL UNIVERSAL, Paloma Arellano resaltó que el accionista de control y fundador de Famsa garantizó los portafolios de crédito para mantener el valor del negocio, no afectar el valor de la compañía y proteger al público inversionista.
“Este efecto tiene que ver con el balance de la compañía, más no en el estado de resultados, el desempeño operativo no se ve afectado y continúa con su ritmo normal, con el crecimiento que tenemos para este año”, agregó.
Grupo Famsa dijo continuar con los esfuerzos de cobranza de tales portafolios de crédito, y se tiene un plazo de 18 meses contados a partir del cierre de 2015.
“En caso que la garantía surtiera efectos, no representaría una dilución para el público inversionista, ya que se disminuiría el saldo del portafolio de crédito consolidado y se registraría un aumento en el efectivo y/o un aumento en el activo fijo de Grupo Famsa”, añadió la empresa en su comunicado enviado a la Bolsa.
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