Washington, D.C.-
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, enfrenta un escenario complejo para satisfacer las demandas de sus aliados en el frente migratorio, sin avivar más el encono de sus opositores en el Congreso, atizado por el drama de los niños migrantes.
El mandatario enfrenta la presión de los sindicatos para que cumpla su promesa de adoptar medidas ejecutivas ante la inacción del Congreso, pero también para que tales acciones brinden un alivio real a millones de indocumentados en el país.
El Sindicato Internacional de Trabajadores de Servicios (SEIU), uno de los aliados de Obama en la coalición sindical a favor de la reforma migratoria, instó a que las acciones sean prontas y ambiciosas.
La presidenta del SIEU, Mary Kay Henry, dijo que ante el rechazo republicano, Obama está obligado a aliviar a la comunidad inmigrante utilizando cualquier herramienta a su alcance.
“Nosotros lo urgimos a actuar de manera decisiva y con prontitud”, indicó.
La central llamó en particular a que Obama responda de manera cuidadosa y humanitaria a la situación de los menores inmigrantes que viajan solos.
“Este es un tema que no debe ser tomado a la ligera o politizado” indicó Henry, quien dirige a 2.1 millones de trabajadores que integran este sindicato.
Obama anunció la semana pasada su decisión de adoptar medidas ejecutivas, después de que el liderazgo republicano en la cámara baja le notificó que no someterán a voto la reforma migratoria aprobada el año pasado por el Senado.
Obama instruyó además a su gabinete a analizar acciones “que mi administración pueda tomar por su cuenta, dentro de mi autoridad legal existente para hacer lo que el congreso rehusa, y solucionar tanto como podemos de nuestro sistema migratorio”.
Para otras centrales como la Red Nacional de Jornaleros (NDLON), Obama debería extender el programa de suspensión de deportaciones de jóvenes indocumentados, conocido como acción diferida o DACA por sus siglas en inglés, a los padres de los beneficiarios.
El programa de dos años implementado por el gobierno de Obama ha favorecido a 600 mil jóvenes, la mayoría de ellos de origen mexicano, y fue renovado por otro plazo similar en junio pasado.
“Por el momento la presión la vamos a ejercer sobre el presidente porque es él el que tiene que actuar ahorita”, dijo el director de esta gremial, Pablo Alvarado.
La Red se pronunció igualmente por suprimir el programa Comunidades Seguras, que permite a la policía actuar como agentes migratorios, y que ha sido criticado por agrupaciones de defensa legal por su impacto entre los indocumentados.
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