Amigos y familiares dieron el último adiós a Pablo Larios Garza, hijo del ex portero mundialista del mismo nombre, quien falleció presuntamente por un cuadro de deshidratación luego de haber cruzado a nado el río Bravo.
El cuerpo del joven fallecido fue velado desde anoche en la capilla D de la agencia funeraria Gayosso de esta frontera y desde ese momentos amigos, compañeros de escuela y familiares estuvieron presentes llevándole flores, coronas y globos como símbolo de cariño.
Hoy en punto de las 15:00 horas arribó a la capilla de velación el sacerdote Israel Carlos Alvarez, quien oficio una misa de cuerpo presente y al concluir los acompañantes se trasladaron a las instalaciones del panteón Español, ubicado a espaldas de la funeraria.
A las 16:00 horas salió la carroza que trasladaría el cuerpo del joven a lo que sería su última morada seguida por los dolientes.
Diez minutos más tarde el mariachi entonó ocho canciones entre las que destacaron “El rey”, “La Barca”, “La mano de Dios” y “Amor eterno” entre otras melodías que interpretaron en su honor.
Al empezar el mariachi a interpretar la quinta canción “Amor eterno” se entregaron globos blancos con un listón celeste a las más de 200 personas que se encontraban reunidas despidiendo al joven estudiante.
Al momento de bajar el féretro, sus padres Pablo Larios Iwasaki y Leticia Garza y sus hermanos Sumiko de 16 años y Carlos de 25, se despidieron del joven y pusieron sobre su ataúd una manta de un metro cuadrado aproximadamente con las firmas y dedicatorias de sus seres queridos y posteriormente soltaron al aire los globos blancos.
Luego de 40 minutos y ante una temperatura de 35 grados centígrados una empleada de la casa funeraria agradeció a los asistentes su presencia y pidió por la pronta resignación de sus padres y seres queridos.
En el momento en que eran colocadas las coronas y flores sobre la tumba de Pablo Larios Jr., el ex futbolista se retiro del lugar y se sentó solo a unos metros aislado de los asistentes a llorar su pena.
Momentos antes del sepelio, el ex futbolista concedió una entrevista a los medios de comunicación y aprovechó la oportunidad para agradecer la colaboración y participación de las autoridades del consulado mexicano en McAllen, Texas, para el traslado del cuerpo de su hijo a esta frontera.
“Gracias a la intervención del consulado pudimos recuperar el cuerpo de mi hijo”, agregó el ex arquero de la selección mexicana.
Exhortó además a los jóvenes y personas en general, a evitar cruzar hacia Estados Unidos a través del río Bravo “porque a mi hijo se le hizo fácil no midió las consecuencias ya que desgraciadamente se le había vencido la visa y quería ir a McAllen a ver a su novia para ir a un concierto”.
Pidió a la gente que evite cruzar hacia la unión americana de la manera en que lo hizo su hijo, aunque dijo estar consciente que es difícil ya que muchas personas van en busca de un trabajo, “yo no aguanto el pensar si en un momento dado mi hijo pudo haber sufrido alguna angustia”.
El ex jugador, quien actualmente radica en la ciudad de Puebla, recordó que hace un mes sus hijos estuvieron visitándolo en aquella ciudad aunque aclaró que su vástago vivía y estudiaba en esta frontera.
“Yo le doy gracias a Dios por haber encontrado a mi hijo, ya no puedo remediar nada, es muy doloroso pero se que va a estar en un lugar en donde yo podré venir a ver”, dijo.
Larios Iwasaki mencionó que desafortunadamente, a través de una desgracia, se ha podido dar cuenta de los amigos que tiene, ya que afirmó que futbolista, entrenadores, amigos, personas cercanas y un sin fin de gente le han llamado para darle el pésame.
Finalmente se despidió al decir que su hijo Pablo era un muchacho muy alegre, sano, que le gustaba divertirse, sociable como todo joven, “pero desafortunadamente pasó todo esto”.
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