México, D.F.-
En una carta que envió Carlos Castillo Peraza a Felipe Calderón en octubre de 1997, seis meses antes de su salida definitiva del PAN, lo describía como una persona insegura y dudosa al momento de tomar decisiones.
“Mudas constantemente de opinión, tardas en tomar decisiones, das marcha atrás, no escuchas puntos de vista de tus colaboradores”, le reprochaba en el texto dado a conocer por el periodista Julio Scherer.
Durante su sexenio, Calderón mandó aplicar mil 368 encuestas que tuvieron un costo de 275.7 millones de pesos. Con esa cantidad, la Sedesol construía en ese tiempo 40 mil pisos firmes para mejorar viviendas.
En las 40 mil preguntas realizadas, según el cálculo hecho a partir de las encuestas obtenidas vía Ley de Acceso a la Información, se advierte que Calderón tenía fijación por medir la popularidad de adversarios políticos como Enrique Peña Nieto, Andrés Manuel López Obrador y Marcelo Ebrard. Cada vez que uno de ellos realizaba alguna actividad pública de resonancia, Presidencia hacía un estudio.
Ricardo de la Peña, director de Indagaciones y Soluciones Avanzadas (ISA), una de las encuestadoras de la Presidencia, dice que los sondeos se hacían con el fin de suministrar información para la toma de decisiones: “Si hay obsesionados, llevamos cuatro y ahora estamos por el quinto (presidente) obsesionado”. En este sentido, recordó que desde el gobierno de Carlos Salinas se creó el área de Opinión Pública en Presidencia.
Rafael Giménez Valdés, coordinador de Opinión Pública el sexenio pasado, cuenta que su ex jefe sí era una persona con momentos de dubitación, pero “él no quería ser un Presidente de lucha contra la inseguridad, quería ser recordado por un cambio económico en el país; sin embargo, cuando llegó el momento de tomar la decisión que iba a ser la más trascendente de su gobierno se fue con todo”.
En otras entregas se mostrará cómo buscó medir la opinión pública sobre la guerra contra el narco, el papel de su esposa Margarita Zavala, la muerte de Juan Camilo Mouriño y hasta se interesó por la supuesta inocencia del cantante Kalimba.
– LA “LEGITIMIDAD” DE AMLO
Desde el primer día de gobierno Felipe Calderón dejó clara la importancia que le daría los siguientes seis años de su gobierno a Andrés Manuel López Obrador. Tras las reñidas elecciones de julio de 2006, el recién nombrado presidente preguntó a los mexicanos sobre el título de “legítimo” que se adjudicó el tabasqueño el 16 de septiembre de 2006 en el Zócalo.
—Para usted ¿quién es ahora el Presidente legítimo de México? La respuesta fue Calderón con 93.1%, y López Obrador con 4.8%.
En la misma encuesta levantada el 1 de diciembre, Encuestadores Profesionales (Encpro) preguntó si había cambiado su opinión de López Obrador con “todo lo que ha pasado”. Los números no beneficiaban al entonces perredista: 65.1% dijo que empeoraba, y 5.7%, que mejoraba.
Cuatro días después, 61.5% dijo que su opinión de Calderón Hinojosa había mejorado después de que éste protestara como Presidente.
La misma pregunta se hizo en torno a López Obrador con resultados adversos: 57.9% indicó que después de la toma de posesión de Calderón, la opinión que tenían del perredista había empeorado.
El 17 de octubre de 2007 un grupo de empresarios respaldados por Banamex compró en 249.1 millones de dólares Aeroméxico. En un recorrido por Veracruz, López Obrador dijo que esto fue un pago de Calderón a quienes lo ayudaron a llevar cabo el “fraude electoral”.
Al día siguiente, la Oficina de Opinión Pública pidió a Opina medir la aprobación de esta medida.
—López Obrador declaró que el gobierno federal vendió Aeroméxico para beneficiar a los empresarios que apoyaron a Calderón Hinojosa en la campaña presidencial. Sabiendo esto, ¿usted aprueba o desaprueba que el gobierno federal haya vendido Aeroméxico? Un 11.7% lo aprobaba y 51.8% lo desaprobaba.
Los dolores de cabeza que daba el tabasqueño al Presidente continuarían. En noviembre de 2007, Opina midió otra declaración hecha por López Obrador sobre las peores inundaciones en la historia del estado de Tabasco.
Un 24.8% dijo que el gobierno era culpable del desastre, 62.7% señaló que no lo era.
En otro tema, la Presidencia quería saber qué tanta difusión tenía la película sobre el supuesto fraude electoral de 2006 del cineasta Luis Mandoki. Para su suerte, ocho de cada 10 mexicanos no sabían del filme, pero más de la mitad de los encuestados (53.4%) dijeron estar interesados en verla.
El 29 de noviembre de 2007 la Presidencia hizo una serie de cuestionamientos:
—Si AMLO gobernara el país ¿usted cree que estaría mejor o peor que ahora…? En situación económica, 16.9% dijo que mejor y 47% que peor. En la lucha contra el narcotráfico: mejor, 17.2%; peor, 45.1%. En combate a la pobreza: mejor 22.3%; peor, 42.1%.
En pleno debate por impulsar una reforma energética, el 10 de enero de 2008, López Obrador constituyó el Movimiento Nacional Para la Defensa del Petróleo. Los meses siguientes se aplicarían cientos de encuestas para medir la aceptación de las acciones del tabasqueño. El 31 de enero de 2008 cuestionaron con quien coincidían: si con López Obrador que decía que si Pemex hacía alianzas con otras empresas significaba privatizar la paraestatal, o la de Calderón Hinojosa, que aseguraba que ello significaba aprovechar el conocimiento de otros países para extraer petróleo de aguas profundas.
—¿Con cuál de estas posturas está más de acuerdo?
La de López Obrador, 29.2%; la del presidente Calderón, 48.5%.
—¿En estas últimas semanas de discusión sobre la reforma en Pemex, quién cree que va ganando:
López Obrador y el PRD o el presidente Calderón?
López Obrador y el PRD, 23.1%; el presidente Calderón Hinojosa, 42.4; el PRI, 0.4%.
La imagen de López Obrador iba en picada, según los resultados de las encuestas. En un cuestionario del 10 de septiembre de 2009, casi la mitad de los mexicanos (48.8%) tenían una mala opinión de él.
Los siguientes meses los números no cambiarían mucho. Para febrero de 2011, un 50.5% tenía una mala imagen de López Obrador.
El 28 de junio de 2012, unos días antes de las elecciones presidenciales, los encuestadores preguntarían si los candidatos respetarían el resultado de la elección.
Un 50.8% dijo que Andrés Manuel no respetaría el resultado, mientras que más de 60% de los encuestados dijeron que el resto de los candidatos sí los acatarían.
El 5 de julio, unos días después de los comicios federales, Perspectiva cuestionó sobre las acciones que había anunciado López Obrador.
—López Obrador ha dicho que en la pasada elección hubo fraude y que la impugnará. ¿Usted se ha enterado de esto o no?
La respuesta por el sí fue de 74.1% y por el no, 25.9%.
La última pregunta que Calderón haría sobre López Obrador, fue el 15 de noviembre de 2012, para conocer la aceptación del Movimiento de Regeneración Nacional, partido que busca crear.
—¿Me podría decir qué opinión tiene de Morena, movimiento de López Obrador que aspira a convertirse en partido?
Buena, 22.3%; regular, 24%; mala, 32.5%, fueron las respuestas.
– PEÑA NIETO, COMO ESPUMA
En junio de 2007, Enrique Peña Nieto aparecía en la portada de la revista Quien como “el viudo de oro”. Desde entonces, los reflectores apuntaban al entonces gobernador del Estado de México, quien con el paso del tiempo iría tomando más fuerza.
La presencia del político de Atlacomulco no pasaría desapercibida para el entonces presidente Felipe Calderón. El 30 de agosto de 2007, en una encuesta preguntó a los ciudadanos su opinión sobre el mexiquense.
Aunque 36.4% de los encuestados no lo conocían, 28.8% tenían una buena opinión de él y sólo 8.9% dijo que mala, según los resultados obtenidos por Opina.
En una encuesta aplicada unos días antes en el municipio de Naucalpan se midió la aprobación del gobernador Peña Nieto y se obtuvieron resultados muy elevados: 88.1% aprobaba la forma en que trabajaba.
El 29 de abril de 2009, en plena crisis por la influenza, se preguntó cómo evaluaban la actuación del gobierno federal, del DF y Edomex frente al brote. El mexiquense era el segundo mejor evaluado por 56.4%, después del gobierno federal.
En octubre de 2010 el nombre de Peña Nieto sonaba cada vez con mayor fuerza como el candidato del PRI a la Presidencia en 2012 y en su vida personal pasaba por un buen momento: había anunciado su boda con Angélica Rivera y sus rostros invadían las revistas del corazón.
Sin embargo, en las encuestas elaboradas desde Presidencia los niveles de aprobación del mandatario mexiquense no eran tan altos como años atrás. Para octubre de 2010, un 42.1% aprobaba su trabajo en materia económica, pero 35.5% lo desaprobaba; y 32% aprobaba su labor frente a la lucha contra el narco, pero 41.8% lo desaprobaba.
Además, cuatro de cada 10 mexiquenses descalificaban su trabajo en el combate a la corrupción, mientras que tres de cada 10 lo veía bien.
En los programas sociales y de apoyo a las mujeres era donde tenía mayor aceptación. El 48.6% de mexiquenses aprobaba su trabajo en el primer rubro, mientras que 52.1% en apoyo a las mujeres.
En febrero de 2011 preguntó si la población estaba enterada de que Peña Nieto había anunciado la creación de la Subprocuraduría Especializada para la Atención de Delitos contra las Mujeres.
—¿Usted se enteró que en el Estado de México se ha asesinado a más de 900 mujeres en los últimos cinco años, o no se enteró de esto?
La tendencia fue 59.6% por el sí, y 40.4%. por el no.
El 13 de enero de 2011 Calderón comenzó a medir a Peña Nieto contra otros políticos que sonaban como aspirantes a la Presidencia, como Andrés Manuel López Obrador, Marcelo Ebrard, Ernesto Cordero Arroyo, Josefina Vázquez Mota y Manlio Fabio Beltrones Rivera.
De ahí en adelante, cada mes se haría una medición con otros precandidatos hasta que en 2012 la pregunta se enfocaría a los aspirantes definidos para disputar la Presidencia. El mejor evaluado era Peña Nieto con una opinión favorable de 35.5%. Luego Vázquez Mota (30.5%) y en tercer sitio López Obrador (27.2%).
Unos días después de la elección presidencial de 2012, en la que el priísta resultó ganador, se indagó la percepción de los mexicanos sobre un posible fraude.
—¿Usted cree que la pasada elección de Presidente de la República fue limpia o cree que hubo fraude?
Un 45.9% dijo que fue limpia y 41.4% que hubo fraude. Una semana después se preguntó a los mexicanos si estaban enterados de las acusaciones en contra del PRI “por comprar votos con monederos electrónicos de Monex y tarjetas Soriana”. Un 77.9% sabía de ello.
—El Tribunal Electoral decidió no anular la elección porque no se demostró que la elección presidencial fuera ilegal, no se demostró la compra de votos, el rebase de tope de campañas ni la falta de equidad de los medios. Sabiendo esto ¿está de acuerdo o en desacuerdo con que el Tribunal Electoral decidiera no anular la elección?
De acuerdo un 52.4%, en desacuerdo, 25%.
A Calderón Hinojosa le intrigaba también saber las expectativas de los mexicanos ante el nuevo gobierno del PRI. Por ello mandó preguntar cómo creían los ciudadanos que Peña Nieto iba a trabajar como Presidente en diversos temas.
En seguridad pública y lucha contra el crimen, temas sensibles para los mexicanos, 44.4% y 44.9%, respectivamente, respondieron que trabajaría bien y dos de cada 10 encuestados respondieron que mal.
En salud y empleo es donde se tenían mayores expectativas. La mitad creía que trabajaría bien en el primer rubro, mientras que 46.2% también decía que lo haría bien en el segundo.
– TODO SOBRE EBRARD
El 26 de junio de 2007 el presidente Felipe Calderón se reunió en Los Pinos con los gobernadores perredistas para analizar la propuesta de reforma fiscal y el gran ausente fue Marcelo Ebrard, quien seguía sin reconocer a Calderón Hinojosa como presidente legítimo tras la elección de 2006.
Estos desaires fueron medidos en una encuesta del 28 de junio de 2007, en la que se preguntaba a los mexicanos si sabían de dicha reunión, qué tanto aprobaban el encuentro y si se habían enterado que Ebrard Casaubon no acudió.
—¿Usted aprueba o desaprueba que el jefe de gobierno, Marcelo Ebrard, no haya asistido a la reunión entre gobernadores perredistas y el presidente?
Lo aprueba 12.2% y lo desaprueba 47.2%.
Constantemente Calderón Hinojosa evaluaba la aprobación de los capitalinos sobre las acciones y programas de su jefe de gobierno. En agosto de 2007 se midió la forma de trabajar de Ebrard Casaubon y ésta fue aprobada por 48.6%. Además se hizo una evaluación del sistema de transporte, en la cual el servicio con mejor opinión fue el Metro y el peor calificado los microbuses.
—Usted aprueba o desaprueba el trabajo del jefe de gobierno Ebrard en cuanto a…
Manejo de la economía: aprueba 42.4%, desaprueba 25.3%.
Seguridad Pública: aprueba 36.1% y la desaprueba 34%.
Combate a taxis pirata: aprueba 31.8% y lo desaprueba 37.4%.
Acciones en marchas: aprueba 30.7%, desaprueba 37.8%.
El 17 de septiembre de 2007 Ebrard rindió su primer informe en el que prometió crear un seguro de desempleo para dar una ayuda económica mensual a quien perdiera su trabajo, lo que resultó del agrado de 67.3% de encuestados.
Quien tal vez no la aprobaba mucho era el gobierno federal. En las encuestas explicaba que “dar un seguro de desempleo provoca que la gente se vuelva atenida del gobierno”, “implica un gasto tan grande que significaría endeudar más al DF”, “es una irresponsabilidad porque implica dejar de atender prioridades como el abasto de agua”.
Luego le explicaban a los encuestados que aunque Ebrard se comprometió a utilizar el dinero de la deuda del GDF para obras de drenaje y agua potable, ahora decía que lo iba a usar para el seguro de desempleo.
—Algunas personas dicen que el programa de desempleo de Ebrard está diseñado para ganar votos en lugar de atender las necesidades de fondo de la ciudad. Sabiendo esto, ¿está de acuerdo o en desacuerdo con el seguro de desempleo?
Está de acuerdo 46.3%; respondió en desacuerdo 44.6%.
Otra de las acciones que tampoco fueron del agrado del gobierno de Calderón fue la pista de hielo que Marcelo instaló en el Zócalo.
—Algunas personas piensan que el hecho de que Ebrard Casaubon gaste el dinero de los impuestos en una pista de patinaje sobre hielo es una irresponsabilidad, porque no es una prioridad. Otras personas piensan que no es una irresponsabilidad ¿Usted qué piensa?
52.4% opinó que era una irresponsabilidad y 43.6% que no.
La tragedia ocurrida el 20 de junio de 2008 en la discoteca News Divine, donde la implementación de un operativo policiaco de la Secretaría de Seguridad del DF ocasionó la muerte de 12 personas, sería uno de los pasajes más oscuros durante el sexenio de Ebrard Casaubon.
Los días siguientes a este hecho, el gobierno se encargaría de medir quiénes eran ante la opinión pública los responsables de lo sucedido.
—Con lo que usted sabe, ¿quién es el principal responsable de lo sucedido en la discoteca News Divine?
El jefe del operativo, Guillermo Zayas, 23%; el encargado de la discoteca, 16.6%; los policías, 12.7%; el jefe de gobierno, 8.9%; el secretario de Seguridad Pública, Joel Ortega, 8.1%.
En una de las preguntas aplicadas el 3 de julio de 2008 se explicaba a los encuestados que la ley permitía al Presidente de la República quitar del puesto al secretario de Seguridad Pública del Distrito Federal y les consultaba si el presidente Calderón Hinojosa debía remover o no a Joel Ortega.
Un 66.6% dijo que debía esperar a que se hiciera una investigación y 25% dijo que debía removerlo.
También se midieron otras acciones polémicas, como la ley del bien morir, la despenalización del aborto y los matrimonios entre personas del mismo sexo, que iban en contra de los principios del Partido Acción Nacional (PAN), del presidente Calderón Hinojosa.
La última encuesta donde aparecería el nombre de Marcelo Ebrard se aplicó el 22 de marzo de 2012. Un 57.3% de los consultados dirían que aprobaban su forma de trabajar al frente del DF, mientras que un 26.5% la desaprobaba.
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