México, D.F.-
La Iglesia católica se pronunció a favor de las reformas de Telecomunicaciones y la Energética, las cuales dijo que son estratégicas para el despegue económico del país, cuyo panorama se antoja cada vez más complejo y preocupante.
En la de Telecomunicaciones, aseguró que está en juego el desarrollo tecnológico de un rubro verdaderamente estratégico como son las comunicaciones y el uso y beneficio de los usuarios, y la Energética, donde el enfrentamiento y las posiciones parecen irreductibles.
En el semanario católico Desde la Fe, su editorial refiere que en lo general, es de valorar las reformas alcanzadas hasta el momento; algunas con tropiezos preocupantes en los estados, como la Educativa y la Electoral; pero aún faltan dos.
Antes, mencionó que una sociedad democráticamente sana se debe caracterizar, entre muchas otras cosas, por dar cabida a la voz y participación de todas las personas.
Dijo que el límite siempre serán el respeto y la convivencia social, la salvaguarda de las legítimas instituciones y el acatamiento de la ley.
Recordó que el inicio del mandato del presidente Enrique Peña Nieto sorprendió a todos cuando logró lo que parecía imposible: reunir a las diversas fuerzas políticas del país para firmar el llamado Pacto por México, “una amplia lista de reformas políticas y estructurales, de cuya aprobación depende alcanzar o no el tan añorado desarrollo nacional con su fruto más deseado; es decir, el combate a la pobreza -en la que subyace la mitad de los mexicanos-, y el establecimiento del Estado de Derecho en un país con instituciones minadas”.
Sobre la reforma en materia energética, señaló que al parecer hoy nadie discute lo impostergable que resulta una reforma constitucional en la materia, la urgencia de hacer de México un país competitivo o la necesidad de la inversión privada en este sector.
“Y es que, vemos un enfrentamiento de posiciones ideológicas que se tornan irreconciliables y no permiten un debate serio, profundo y productivo, que lleve al entendimiento de las partes”, destacó.
Consideró que es cierto que a la sociedad en general le ha hecho falta una información adecuada para comprender la importancia y profundidad de esta reforma, así como también es cierto que su complejidad técnica escapa a la comprensión de la mayoría.
Por lo que resulta difícil forjarse una opinión adecuada, y por esta razón muchas veces se adoptan posturas más ideológicas que realistas, agregó.
Sin embargo, dijo que lo que subyace en el fondo de este atorón es la profunda desconfianza que tienen entre sí las diversas fuerzas políticas y la sospecha continúa de la población sobre sus representantes en las cámaras.
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