Washington, E.U.-
Más de 200 organizaciones religiosas, sindicales y comunitarias demandaron este viernes al presidente estadounidense Barack Obama reconsiderar sus planes para acelerar la deportación de menores de edad que han llegado huyendo de la violencia en Centroamérica.
En una carta dirigida al presidente, esta poderosa coalición demandó a los legisladores y al presidente no actuar de forma precipitada y respetar el debido proceso de miles de niños que buscan un lugar seguro para reagruparse con sus padres o evitar una muerte segura.
La carta, suscrita por organizaciones como el National Immigration Law Center (NILC), el Consejo Nacional de La Raza y United We Dream, entre muchas otras, manifiesta su preocupación de que la administración intente circundar o bloquear la ley promulgada en 2008 para proteger a los menores de edad del tráfico de personas.
Esta ley, para proteger a las Víctimas del Tráfico de Personas (TVPRA), exige que los niños indocumentados de Centroamérica sean trasladados en un plazo de 72 horas a la custodia del Departamento de Salud y Asuntos Humanitarios HHS.
Esa agencia los entrega a familiares o coloca en albergues y hogares temporales mientras se tramitan sus casos en los tribunales de inmigración.
“El plan de la administración podría poner en riesgo protecciones legales existentes y, al mismo tiempo, pondría en peligro la vida de los niños que buscan un refugio seguro en Estados Unidos”, aseguraron estas organizaciones al recordar que el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (UNHCR) ha considerado que 60% de los niños que llegan de Centroamérica a la frontera estadounidense buscan asilo.
“El costo de arrojar a los niños vulnerables de nuevo en situaciones peligrosas o mortales es demasiado alto”, advierte la carta dirigida al presidente Obama.
Entre tanto, residentes de Murrieta, comunidad ubicada entre Los Ángeles y San Diego, reiteraron su oposición a que el gobierno federal utilice una estación de la Patrulla Fronteriza como centro para menores inmigrantes detenidos al cruzar la frontera.
Cientos de residentes de Murrieta, en el sur de California, llenaron el auditorio de la escuela preparatoria “Murrieta Mesa High School” para expresar su rechazo a los planes del gobierno federal y criticar lo que consideran falta de seguridad en la frontera sur de Estados Unidos.
La reunión se efectuó luego que un grupo de residentes de Murrieta bloqueó el paso a un convoy de autobuses que trasladaba a niños inmigrantes hacia el centro de procesamiento de la Patrulla Fronteriza en Murrieta.
Los autobuses fueron finalmente enviados a Chula Vista, a unos 120 kilómetros al sur de Murrieta.
El incidente atrajo la atención de los medios de comunicación y el bloqueo a los autobuses llenos de menores inmigrantes fue noticia nacional en Estados Unidos.
Lo ocurrido en Murrieta se da como consecuencia de la situación generada por el creciente número de inmigrantes menores de edad provenientes en su mayoría de Centroamérica, que cruzan solos la frontera por el sur de Texas.
La reciente ola de menores inmigrantes rebasó ya la capacidad de los centros de detención en la zona y forzó a la administración del presidente Obama a habilitar centros de procesamiento y albergues de emergencia en diversos lugares del país. La Patrulla Fronteriza estimó que unos 70 mil niños podrían ser detenidos tratando de cruzar la frontera a lo largo del año fiscal 2014, en especial por el sur de Texas.
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