Guadalajara, Jal.-
En el PAN Jalisco le dicen Juanito, y aunque en corto algunos señalan que es buena persona y lo consideran incapaz de conformar por sí solo un movimiento de extrema derecha, en público se deslindan de él porque se le ha señalado como líder de un grupo de jóvenes neonazis al interior de Acción Nacional.
Juan Barrera Espinosa tiene 20 años, es moreno y su agudo timbre de voz es discordante con su corpulencia; dista mucho de los estereotipos físicos de la ideología a la que se le vincula y se dice asustado porque después de esto —asegura— ha sido amenazado de muerte a través de las redes sociales y hasta por mensajes a su teléfono celular.
“Todo fue un juego de niños”, “era una fiesta de disfraces”, “fue un error”, “son acusaciones infundadas”, “falsificaron mi perfil de Facebook y mis publicaciones”. Con esas y otras frases, Barrera intenta justificar las acciones que lo tienen metido en este embrollo.
Asegura no pertenecer a ningún grupo político y sostiene que su militancia panista le ha costado trabajo, pues mucho tiempo la buscó con su participación incondicional.
Sin embargo, al interior del PAN todas las líneas apuntan al ex diputado federal y local Gustavo González Hernández como la cabeza del grupo que apoyan a estos jóvenes. González estudia un posgrado en España y se especializa en temas de inteligencia y seguridad nacional.
“Mi familia es panista a morir, desde que era niño mi mamá me llevaba a los mítines de Diego Fernández de Cevallos; cuando ganó Fox mi familia lloró de felicidad, cuando Calderón ganó estuvimos en su cierre de campaña (…) Nací panista y creo que moriré panista”, repite.
A finales de 2010 comenzó a integrarse al trabajo de Acción Nacional y apenas hace un año se le reconoció como miembro activo: “Yo luché por mi militancia, me costó mucho, yo desde que llegué dije que no quería ningún cargo, sólo ser panista, porque acepto y pregono los valores de Acción Nacional”.
La fiesta de disfraces
De acuerdo con Barrera, alguien pretende dañar al partido a través de él, y las fotos en las que aparece con sus compañeros con insignias nazis y uniformes militares se dieron en el contexto de una fiesta de disfraces y no hay ningún Movimiento Nacionalista Mexicano del Trabajo. “Me ponen de líder de un movimiento que ni siquiera existe, es absurdo que yo pudiera dirigir algo así… ¡Tengo 20 años!”, indica.
Se le ve inquieto, revisa su teléfono y asegura que la situación lo ha colocado en un sitio inimaginable.
Sus respuestas son erráticas, conoce a la perfección el discurso panista y los valores que se inculcan en el partido, pero sobre los chicos con quienes aparece fotografiado dice apenas conocerlos.
Sabe que algunos estuvieron en el Pentatlón Militar, pero dice que ninguno es miembro del PAN; no obstante, el partido ha detectado que Sebastián Sánchez Armas también está en la estructura partidista.
“Desconozco si ellos son afectos al nacional socialismo pero yo respeto a cada persona (…) Yo he leído un poco de ‘Mi Lucha’, lo he hojeado pero la verdad es que se me hace no compatible con mi forma de pensar porque mucho de lo que ahí aparece son crímenes de lesa humanidad, como la eugenesia, la eutanasia, el aborto selectivo (…) Me han llamado algunos amigos del partido y de distintas partes del país para apoyarme, me han llamado incluso amigos de la comunidad lésbico-gay que saben que todo esto es mentira”, indica.
Este miércoles Barrera y dos de sus amigos —Diego Armando Duarte Flores y José María Vizcarra Esparza—, emitieron un comunicado en el que reconocen haber realizado manifestaciones de admiración a la ideología neonazi, pero lo consideran un error del que han aprehendido.
“La opinión pública nos ha permitido comprender dicho error en toda su extensión y nos llevó a reflexiones profundas que forjarán una experiencia y aprendizaje que marcarán nuestras vidas”, señala.
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