Reynosa, Tam./ MEDIA HORA.-
Por más de 25 años los habitantes de la colonia Cañada han convivido con un vecino incómodo… ¡un encharcamiento! que se niega a mudar, gracias a la indiferencia de las autoridades.
Ubicado en la intersección de las calles Hawaii y Estocolmo, por más de dos décadas las aguas estancadas han sobrevivido gracias a las fugas constantes que se registran en el sistema de tuberías de la Comisión Municipal de Agua Potable y Alcantarillado (Comapa) de Reynosa.
“Yo tengo 25 años viviendo en la zona y desde que estoy aquí ha estado este charco, sólo cuando no tenemos agua es cuando medio se baja el charco”, comentó Thalía Hurtado, vecina de la zona.
El encharcamiento, que diariamente abarca más de tres cuadras, ayer se vio reducido a una, debido a la suspensión del servicio de agua en el sector, pero la vecina asegura que tan pronto regrese el fluido del líquido, la masa de agua cubrirá más calles.
“Ahorita que cortaron el agua los de Comapa es cuando se está secando, si no estuviera el agua hasta allá porque obviamente hoy no hay agua y el sol está un poco fuertecito, pero mañana que haya agua otra vez va a ver el charco hasta tres cuadras más allá”, indicó la colona inconforme.
Para Thalía Hurtado, el encharcamiento no sólo representa un foco de infección para los vecinos del lugar, también es una trampa para vehículos.
“En donde se concentra más el encharcamiento y como es ruta también de pecera para allá hay unos soberanos cráteres que cuando llueve allá vamos a dar y eso que ya tenemos muchos años viviendo aquí”, dijo Thalía.
Aunado al encharcamiento, desde hace ocho años aproximadamente una fosa de drenaje se mantiene abierta en la calle Hawai, que ha provocado diversos incidentes. Actualmente el boquete está cubierto con un tambo blanco, pero sin señalamiento de precaución.
Acorde a la vecina, pocas veces se ha visto a las autoridades de Comapa a verificar el desperfecto de las tuberías.
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