Cd. de México.-
En siete años, la Procuraduría General de la República (PGR), por medio de la Fiscalía Especial para los Delitos de Violencia Contra las Mujeres y Trata de Personas (Fevimtra), atendió en un refugio especializado a 42 mujeres extranjeras.
De acuerdo con información de esa dependencia, las organizaciones dedicadas a esa actividad ilícita utilizan en su mayoría a mujeres guatemaltecas y hondureñas para explotarlas sexualmente en territorio mexicano.
Del año 2009 a 2015 se presentaron 244 denuncias por parte de la víctima o terceras personas por el delito de trata contra mujeres extranjeras, mismas en las que se inició una averiguación previa.
La Fevimtra cuenta con un refugio especializado en el que se les brinda alojamiento de manera temporal para protegerlas; durante su permanencia se les da atención integral con un tratamiento sicológico.
En ese periodo, la Fiscalía apoyó a 21 mujeres guatemaltecas, 14 hondureñas, dos costarricenses, el resto de El Salvador, Italia, Colombia, Paraguay y Nicaragua.
Información obtenida vía transparencia indica que la mayoría de las extranjeras que atendió la Fevimtra en esos años son menores de edad, la más pequeña una guatemalteca de nueve años, quien fue víctima de esas redes de trata de personas.
En el delito de trata de personas se han visto involucrados servidores públicos de la PGR. Como el pasado 16 de abril, cuando elementos de la Secretaría de Seguridad Pública de la Ciudad de México liberaron a 15 mujeres extranjeras secuestradas con fines de explotación sexual que mantenían en un edificio de la colonia Nápoles. Entre los detenidos había dos elementos de la Policía Federal Ministerial.
De acuerdo con la policía de la Ciudad de México, se recibió una llamada de auxilio en la que se advertía de un caso en un edificio ubicado en la calle de Indiana, esquina con Texas. Al llegar al lugar, los policías se entrevistaron con Manuel Villafuerte Frag, quien se identificó como elemento de la PGR y que se encontraba en ese sitio por un asunto de trata de personas.
Mientras se encontraban al interior del edificio, tres mujeres de nacionalidad argentina salieron de otro de los departamentos, informando a los uniformados que un día antes habían sido privadas de su libertad por varios sujetos que les pedían dinero para dejarlas en libertad.
En el quinto piso del edificio, los uniformados encontraron a ocho mujeres de nacionalidad venezolana, quienes dijeron que habían sido secuestradas; en otra habitación fueron encontradas cuatro más que gritaban para que las auxiliaran. Al ingresar fueron encontradas maniatadas.
En el comunicado de la PGR se mencionó que en el momento de la detención en flagrancia los agentes federales manifestaron estar en funciones de investigación relacionada con el delito de trata de personas, durante la cual ubicaron una casa de alojamiento de presuntas víctimas de este delito, todas ellas de origen extranjero.
“No obstante, de manera ilegal los dos civiles habrían ingresado al domicilio de referencia, deteniendo sin justificación a las víctimas, maniatándolas, según consta en las declaraciones recabadas hasta el momento, para exigirles dinero a cambio de no ponerlas a disposición del Instituto Nacional de Migración”, señaló.