México, D.F.-
No cabe duda que el dicho popular “De tal palo, tal astilla”, se puede aplicar a la pareja de padres e hijos que han tenido la suerte de representar a su país en un Mundial.
En Brasil 2014 Javier Hernández, Diego Forlán, Pepe Reina y Xabi Alonso pudieron presumir una vez más que lograron emular a sus padres en esta justa internacional.
El caso de “El Chicharito” es muy singular, pues no sólo acumuló ya su segundo torneo con la playera verde, sino que logró ser heredero de las glorias con el Tricolor tanto de su padre como de su abuelo.
Resulta que Tomás Balcázar (su abuelo) portó la playera mexicana en el Mundial de Suiza 54, logró jugar dos encuentros y celebró un gol ante los franceses. Cabe recordar que México perdió 3-2 ese cotejo.
Javier “Chícharo” Hernández, padre del actual jugador del Tri, estuvo entre los elegidos de Bora Milutinovic en la Copa del Mundo de 1986. Por lo regular en ese certamen entró de cambio y no anotó ningún gol.
Y ahora “El Chicharito” participó en su segundo Mundial. El primero fue en Sudáfrica 2010, en el que tuvo la oportunidad de anotar un gol en el segundo partido de la justa y como lo hizo su abuelo, fue ante los galos.
DOBLE GARRA
Con el de Brasil 2014, Diego Forlán disputó su tercera Copa del Mundo, ya que estuvo en Corea-Japón 2002, en la que sólo estuvo en un partido y anotó un tanto.
En Sudáfrica llevó a Uruguay al cuarto lugar, pues metió cinco goles en los siete encuentros que disputó y ahora forma parte de los 23 elegidos en Brasil y estuvo el primer juego ante Costa Rica como titular.
El que Diego ya estuviera en su tercer justa de la FIFA no es ninguna casualidad, pues esa hazaña ya la había hecho su padre, el famoso Pablo Boniato Forlán, quien estuvo con la garra charrúa en los Mundiales de Inglaterra 66, México 70 y Alemania 74; la única diferencia fue que él no logró romper la red rival como lo hizo su vástago.
PERIKO Y XABI
Cuando Periko Alonso era jugador de la Real Sociedad de San Sebastián, jamás se imaginó que las temporadas 80-81 y 81-82 serían formidables para él y para su equipo y que de último momento le permitieran jugar en la selección española, nada más y nada menos que en su Mundial, en 1982.
Ese amor por el futbol lo transmitió a sus hijos Mikel y Xabier y fue este último quien destacó en su carrera, primero con el Liverpool de la Liga Premier y ahora con el Real Madrid de España.
Al tocarle los años de oro de La Furia fue campeón en la Eurocopa 2008 y en Sudáfrica 2010 con España, pero en este Mundial brasileño su equipo fue eliminado en la primera ronda.
REINAS SUPLENTES
Miguel y Pepe Reina son padre e hijo que han corrido la misma suerte en la portería española.
Miguel estuvo en Inglaterra 66, pero no pudo participar porque era el suplente de José Ángel Iribar.
Cuarenta años después, Pepe fue elegido para ir a la Copa de Alemania 2006, en la que estuvo como tercer guardameta, atrás de Íker Casillas y de Santiago Cañizares.
Lo mismo le pasó en 2010, pues estuvo atrás de Íker, pero en esa ocasión saboreó la miel de la victoria, pues La Furia salió campeona.
Y en este momento vivió la otra cara de la moneda, debido a que la selección roja fue eliminada de Brasil y él la vio desde la banca.
OLA VERDE
Luis Pérez fue el primer jugador que portó el histórico apodo de “El Pichojos”. Este buen jugador entró en la nómina de jugadores que participaron en el Mundial de Uruguay 30.
Tuvo cuatro hijos que se dedicaron al futbol, pero Mario, quien jugó con Necaxa y con América, logró integrar a la Selección en los Juegos Olímpicos de 68 y el Mundial de 1970, aunque su actuación no fue muy sobresaliente.
Una mezcla entre España y México se dio con Martín y José Valtonrá. Martín fue jugador del Espanyol, del Sevilla y del Barcelona. Participó en el Mundial de 1934 con la playera roja, pero luego de la guerra civil decidió emigrar a México, donde echó raíces y donde nació su hijo José, quien en su carrera futbolística tuvo como uno de sus logros representar a México en el Mundial de 1970.
LOS MALDINI
La historia de los Maldini tiene dos caminos opuestos.
Mientras Césare, el padre, fue convocado y jugó en el Mundial de Chile 1962, donde la actuación de la escuadra italiana sólo le alcanzó para jugar la primera fase, Paolo, su hijo, superó a su progenitor al ser llamado para un total de cuatro Copas del Mundo, aunque en ninguna pudo ser terminar campeón con su equipo.
En la Copa del Mundo de Estados Unidos perdió la final ante la selección de Brasil en penales, en 1994.
En 1998, curiosamente, Césare fue nombrado seleccionador y fue el técnico de su hijo en Francia. Además, estuvo en Italia 90 y Corea-Japón 2002.
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