Cd. de México.-
Es posible que ya conozcas los básicos de la higiene bucal. Te cepillas día y noche, usas hilo dental y hasta de repente sacas el enjuague. Aún así… tu aliento apesta.
Aunque no lo creas, una mala higiene bucal no es la causa principal de la mayor parte de los casos de mal aliento, de hecho la mayoría son causados por resequedad bucal. Cuando no hay suficiente humedad, las bacterias en la boca prosperan, lo cual provoca resequedad y mal aliento.
Si el aliento mañanero es tu único problema, no tienes prácticamente nada, sólo tienes que lavarte los dientes. En otros casos, la resequedad persiste y a veces es causa de factores externos como antihistamínicos, antidepresivos o incluso las pastillas para la presión alta. En estos casos, tomar agua y masticar chicle funciona.
En otras instancias, el mal aliento crónico puede ser señal de algún problema de salud. Y aunque no lo parezca, un olor específico podría proveernos de pistas para saber exactamente qué tienes.
•Olor a naftalina: Si tu mal aliento huele a naftalina, es posible que tengas alergia, una congestión nasal o una infección. Cuando tienes problemas crónicos nasales, las bacterias en tu boca convierten la proteína del moco en un componente llamado escatol. Para aligerar el problema, es necesario tomar medicamentos para las alergias, mantener limpias las fosas nasales y tomar antibióticos si se refiere a una infección.
•Olor a frutas: Diabetes. El azúcar en tu sangre usualmente se dirige a las células, donde es utilizado para tener energía. Si eso no sucede, los niveles de azúcar se elevan y las células empiezan a quemar grasa en energía. El bioproducto de ese proceso es kotones, el cual puede hacer que tu aliento tenga un olor a frutas. Si tu aliento es así, hazte un estudio para descartar diabetes.
•Olor a leche agria: Podrías ser intolerante a la lactosa. Este olor podría indicar que no estás eliminando la proteína de los lácteos apropiadamente. Pero si éste es el caso, también notarás otros síntomas como diarrea, gases y cólicos al tomar leche entera.
•Olor a pañal sucio: Podrías tener tonsilolitos. La bacteria puede quedarse atrapada a tus amígdalas, formando así piedras visibles. El olor será horrible, como el de un pañal sucio. Lo bueno es que estas piedras pueden ser removidas fácilmente por un especialista
•Olor a podrido: Podrías tener alguna enfermedad pulmonar. Un olor horrible, mucho peor que el mal aliento tradicional, puede ser señal de un problema pulmonar, desde una infección, hasta cáncer. Si crees tener un problema con tus pulmones, consúltalo con un médico… nunca está de más descartar enfermedades graves.