Nuevo León.-
El oficial Gustavo Hernández Dolores, asesinado por ladrones que pretendían robar un cajero automático, fue despedido con honores en la Plaza Principal, ubicada al frente del Palacio Municipal de San Nicolás.
La ceremonia fue encabezada por el alcalde de San Nicolás, Víctor Fuentes, personal administrativo, elementos de Fuerza Civil y Policía Municipal, además de familiares y amigos del uniformado.
El edil, el secretario de Ayuntamiento, Jesús Horacio González, el Secretario de Seguridad Pública, Edgar Valencia Moncada, realizaron la guardia de honor.
Previo a la ceremonia, un cortejo escoltado por patrullas partió de las capillas Protecto Deco, donde fue velado el uniformado, en dirección a la iglesia San Nicolás Tolentino para una misa de cuerpo presente.
Fuentes Solís señaló que el municipio no escatimará para brindar la ayuda correspondiente a la familia.
Estos apoyos, se especificó, serán 500 mil pesos por indemnización del seguro de vida, pago de los servicios funerarios, servicio médico para la viuda y sus hijos (hasta que cumplan la mayoría de edad), además de la pensión por cinco años al último salario registrado.
El edil indicó que presentará una iniciativa ante el Cabildo de San Nicolás para retirar los cajeros automáticos de las tiendas de conveniencia para evitar más situaciones similares, pues consideró que estos lugares tienen ningún sistema de seguridad que garantice la integridad de de sus empleados, de los clientes y de los ciudadanos.
“Hemos advertido el enorme riesgo en tiendas de conveniencia, que operan como una sucursal financiera muchos de ellos, ya hacen transacciones internacionales, pagos importantes, se pagan tarjetas de crédito, tienen cajeros…
“He girado instrucciones para empezar procedimientos de suspensión y cancelación de cajeros automáticos en las sucursales de autoservicio. El personal de inspección ya está empezando con los procedimientos, poniendo avisos correspondientes y el día de mañana por Cabildo haremos una determinación más profunda sobre las medidas de seguridad que deben de tener todos estos establecimientos, y de no tenerlas procederemos con las cancelaciones de permisos”, advirtió.
El alcalde aseguró que los protocolos de respuesta sufrirán “profundos y drásticos cambios.
No será la Policía de Proximidad ni la Preventiva la que afronte este tipo de situaciones, sino la Policía de Reacción, que estarán mejor armados para afrontar estos delitos”.
Sobre los atacantes, mencionó que ya tienen la identidad de algunos y que están al pendiente de cualquier información y denuncia ciudadana.
Gustavo Hernández Dolores fue asesinado el pasado sábado 20 de agosto en el cumplimiento de su deber, al intentar frustrar un robo a un cajero automático de una tienda de conveniencia, ubicada en la colonia Hacienda del Roble.
De acuerdo a diversos reportes, el uniformado y su compañero se estacionaron alrededor de las seis de la mañana afuera del local. El oficial ingresó para ir al baño y se percató de la presencia de cuatro individuos armados intentando llevarse un cajero automático de HSBC.
El elemento salió corriendo para pedir ayuda a Hernández Dolores, quien lo esperaba afuera de la unidad. Al ver a los delincuentes, intercambiaron disparos; resultó baleado en nueve ocasiones.
Se informó que resultó con tres disparos en el tórax, dos en cada brazo, uno más que rozó su cabeza y uno en la mano derecha. Fue trasladado de gravedad a la Clínica Nogalar, en San Nicolás.
Por la tarde del sábado, el municipio confirmó el deceso del elemento policiaco a las 17:20 horas.
De acuerdo con información proporcionada por el municipio, Hernández Dolores ingresó a la policía el 16 de noviembre del 2007.
Le sobreviven su esposa, Guillermina Rivera y tres hijos de 13, 9 y 5 años de edad.
Por disposición de su familia, su cuerpo será trasladado a San Luis Potosí.