San Nicólas.-
La campana que lucía el paso de los años en lo alto del Palacio Municipal de San Nicolás y que fue restaurada por el escultor Cuauhtémoc Zamudio, fue nuevamente colocada en la parte superior del balcón del remodelado palacio municipal, lugar que habrá de ocupar de ahora en adelante.
El alcalde Víctor Fuentes Solís y el restaurador supervisaron la colocación del icónico símbolo patrio la mañana de este miércoles y al término de las maniobras, ambos la hicieron sonar, para celebrar el momento.
“Para nosotros es muy importante lo que realizó el maestro Cuauhtémoc Zamudio, porque si bien tenemos un compromiso con la modernidad, el progreso y la estética, también tenemos un compromiso con la tradición y la identidad del Municipio, con las cosas que deben prevalecer”, dijo el edil.
“Esta es la cereza del pastel, la campana representa todas esas cosas que en San Nicolás son dignas de mantener y conservar, la remodelación de la Presidencia lleva un 97 por ciento de avance, pero lo más importante, es que además de su aportación estética, la cual evidentemente se ve incrementada sustancialmente y aporta al centro de la Ciudad de una manera trascendente, es su funcionalidad y operación, hacia adentro va a ser un ejemplo de atención al ciudadano, el viernes que abramos al público se podrá constatar esta área de servicio integral”, agregó.
El munícipe dio a conocer que la rehabilitación integral de la fachada del inmueble, así como la creación del nuevo, más grande y funcional Centro Integral de Atención Ciudadana, tuvieron una inversión total de 20 millones de pesos.
El escultor regiomontano comentó que el Gobierno Municipal de San Nicolás le confió hace poco más de dos meses la restauración de este importante símbolo, en torno al cual se reúnen miles de nicolaítas cada noche del 15 de septiembre para escucharlo sonar luego de que el presidente municipal en turno lanza el tradicional Grito de Independencia.
El artista explicó que después de bajar la campana del lugar donde se encontraba, los trabajos consistieron en retirar la pintura con la que había sido cubierta, para posteriormente aplicar una patina, la cual se logra con fuego, ácido y fierro, hasta conseguir el tono tabaco que se solicitó por el Municipio para que contrastara con el color de la cantera de la fachada del inmueble.
“Posteriormente se le aplicó una cera para que la proteja del sol y de la lluvia”, señaló “y como la idea de las autoridades de San Nicolás era conservar el diseño original, también se mandó hacer a un taller de carpintería el cuerpo de madera que cubría la estructura que sostenía la campana.
“A esta madera de pino se le dio un acabado café oscuro y también lleva los remaches que tenía para preservar la originalidad de la pieza, finalmente se le colocó una pieza en la parte superior de 1.70 de alto y cuatro pulgadas de ancho que le dará seguridad a su colocación”, indicó.
La campana tiene un peso de poco más de 150 kilos aproximadamente y data de la Administración Municipal 1989-1991.