Cd. de México.-
El titular de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), Salvador Cienfuegos Zepeda, encabezó el acto en el que soldados destruyeron 8 mil 844 armas largas y cortas que fueron aseguradas en lo que va del año a la delincuencia organizada y otras que fueron recopiladas en la Ciudad de México a través del programa de “canje de armas”.
Con este armamento la Sedena acumula 43 mil 124 unidades destruidas en todo el País lo que va del año.
“La implementación del canje de armas es una prueba de ello, cuyo propósito es promover entre los ciudadanos la entrega de armas de fuego, granadas y municiones a cambio de incentivos o utensilios de uso doméstico, buscando disminuir actos trágicos y violentos dentro del núcleo familiar o comunitario”, destacó el secretario.
El jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera, destacó los beneficios del programa de desarme voluntario pues desde 2012, cuando comenzó su administración, van más 24 mil 500 armas, 156 mil cartuchos y cerca de 12 mil cargadores, material bélico que fue intercambiado por despensas, electrodomésticos, tabletas, útiles escolares o dinero.
“Hoy nos convoca el canje de armas, una tarea muy importante y de alto contenido con la sociedad, se trata de retirar de las casas, de los hogares, las armas de fuego, de buscar una sociedad no armada, una sociedad de paz, una sociedad de armonía, Nosotros estamos trabajando y estamos contribuyendo desde la Ciudad de México en esta convocatoria al llamado del Ejército, a poder contribuir con el retiro de las armas de nuestra Ciudad, estoy convencido de que una ciudad armada puede ser una ciudad violenta”, subrayó Mancera.
En la ceremonia de “Destrucción de Armamento”, que se llevó a cabo en la explanada “Damián Carmona” del Campo Militar No. 1-A, en la Ciudad de México, estuvo presente el Gabinete de Seguridad federal.
La procuradora General de la República, Arely Gómez González; el secretario de Marina-Armada de México, Vidal Francisco Soberón Sanz y el titular de la Comisión Nacional de Seguridad, Renato Sales Heredia fueron testigos de la destrucción de armamento que previamente estuvo asegurado y a disposición del agente del Ministerio Público de la Federación, quien entregó el armamento a la Defensa para su destrucción cuando la causa penal relacionada con ese indicio se agotó.