Guadalajara, Jal.-
El Grupo de Trabajo sobre Empresas y Derechos Humanos de la ONU visitó este viernes la cascada del Salto de Juanacatlán y constató que la contaminación del río Santiago persiste en esa zona a pesar de la construcción de la planta de tratamiento del Ahogado que sanearía una quinta parte de las descargas de la Zona Metropolitana de Guadalajara.
La cascada del Salto era conocida como el Niágara mexicano hasta que se convirtió en el drenaje de industrias y de poblaciones aledañas, principalmente de la Zona Metropolitana de Guadalajara. Se ubica entre los municipios de El Salto y Juanacatlán, y el Tribunal Latinoamericano del Agua lo declaró como “el caso de contaminación más grave de América Latina” y como el emblema mexicano de la contaminación industrial.
Pavel Sulyandziga, del grupo de trabajo de la ONU, se reunió con personas enfermas presumiblemente a causa de la contaminación del río y con integrantes de colectivos ambientalistas del Salto y Juanacatlán, investigadores y activistas que narraron cómo las empresas del corredor industrial Ocotlán El Salto siguen descargando al afluente impunemente.
“La historia completa de la vida de este río sólo él mismo podría contarla. A lo mucho, nosotros podemos contar una ínfima parte de ella, tristemente la que ha sido la peor y más desgraciada de todas las historias que se pueden contar de él, la que nos ha tocado vivir (…) Nos enfrentamos de manera permanente a un riesgo multiamenaza. Por un lado, nos encontramos en un riesgo químico, ecológico y microbiólogico. Los que viven a 5 kilómetros del río es muy probable que contraigan una enfermedad asociada a la contaminación. Los que aún vivimos a un kilómetro corremos suerte de seguir con vida. Por otro lado, están las amenazas por una contingencia industrial, por un desastre de proporciones mayores. Que se encuentren empresas químicas, farmacéuticas, automotrices, alimenticias, fundidoras, incineradoras de residuos biológico infecciosos, sin ninguna planeación”, dijo.