Después de ser testigo de la devastación, escuchar sirenas de ambulancias y bomberos por todas partes, además de llamados de auxilio y ver rostros de gente conmocionada, se topó con la escena que lo marcaría toda su vida: el lugar donde trabajaba, Televisa Chapultepec, totalmente derrumbado. En ese momento supo que amigos y compañeros habían muerto.
Ese, es solo uno de los relatos que el periodista Jacobo Zabludovsky contará en el programa “Terremoto en México”, de History Chanel que trata sobre el movimiento telúrico del 19 de septiembre de 1985 que con sus 8.1 grados en la escala de Richter sacudió a las 7:19 horas, durante 90 segundos, a esta ciudad, dejando, como dice el comunicador, “una cicatriz para siempre”.
“Cuando llegué, se me cerró la garganta. Me tuve que sobreponer porque yo sabía quiénes estaban a esa hora, quiénes estaban ahí enterrados porque yo les había dado el trabajo a esos muchachos; yo les había puesto el horario. Sabía en qué escritorio estaban, sabía que estaban muertos. Ese fue el momento más doloroso para mí. Y lo recuerdo siempre. Es lo que más me impactó”, dice Zabludovsky en entrevista con el periódico EL UNIVERSAL.
Ese testimonio, que reúne otros como el del ex secretario de Desarrollo Urbano, en esa época, Manuel Camacho y habitantes de Tlatelolco (donde cayó el edificio Nuevo León, con cerca de mil personas) se transmitirá este jueves a las 21:00 horas.
“En ese momento, la gente estaba en la calle, apanicada… se me acercaba y me decía: ‘Por el monumento a la Revolución se cayeron hoteles, hay muchos muertos, en el Centro de la ciudad también al igual que en San Juan Deletrán’”.
“El impacto fue tremendo porque me di cuenta, y así lo dije, que estaba yo en presencia de la más grande tragedia que le había ocurrido a la ciudad en toda su historia”, recuerda quien en ese entonces era director de los noticieros de la televisora de San Ángel.
—¿Qué otra escena viene a su mente cuando escucha terremoto o el año 1985?
—Pues todo eso está fijo en mi memoria. Recuerdo muy especialmente también a la cafetería La Súper Leche, que estaba en San Juan Deletrán, porque se había derrumbado totalmente a la hora en que estaba llena.
“Y arriba de ella, había un edificio con viviendas de clase media; todo se había derrumbado —menciona con notable tristeza-. Mientras narraba eso llegó un señor corriendo y llorando. Le pregunto ‘qué le pasa’, y me dice ‘pues soy el dueño de la cafetería, y no sólo eso, sino que arriba, viven’, lo dijo en presente, ‘mi madre y mi hermana’, y luego dijo, ‘vivían’, y se puso a llorar más”, comentó quien también, en las imágenes del documental aparece bajo una nube de polvo producto de los escombros.
Sobre dónde está el límite entre informar y ayudar, subraya que “era un momento en que cada quien tenía que hacer lo que sabe hacer. La ayuda ya había llegado por medio de los vecinos y las ambulancias, además de los soldados y otros funcionarios públicos que se movilizaron.
“Yo tenía que narrar. Mi labor era la de mi oficio que ejerzo hasta la fecha, que es la de reportero”, concluye.
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