Brasilia, Brasil.-
Con equipo completo y la obligación de ganar, Brasil buscará este lunes cerrar con una buena actuación la fase de grupos ante Camerún, un cuadro desmotivado y lleno de dudas, que lejos de terminar de manera decorosa sólo espera regresar a casa.
Brasil tiene la obligación de ganar en el Estadio Nacional de Brasilia para dar confianza a la afición y la prensa local, de que ha comenzado otra etapa en la era de Luiz Felipe Scolari, quien asumió el reto de llevar a la “verdeamarela” al título en medio de una crisis social que se vive en el país.
Con un triunfo ante Croacia de 3-1 y el empate sin goles ante México, Brasil está en la cima del Grupo A con cuatro puntos, mismos que el Tri pero con mejor diferencia de goles, por lo que una victoria o empate lo pone en la fase de octavos de final y seguirá con el sueño de estar en la final.
Gente como Neymar Jr, David Luiz, Luiz Gustavo, Oscar, Bernard y Jo, están con la confianza de derrotar a Camerún, que pese a contar con futbolistas que militan en Europa, carecen de esa garra que los caracterizó en Italia 1990 y que se ganaron el mote de “Leones indomables”.
Brasil cuenta con un juego dinámico y con la base puesta en Neymar, mientras que Camerún con un futbol de fuerza y sin objetivo definido.
Pero de eso ya no queda nada. Envuelto en una serie de problemas internos entre sus jugadores y en la propia federación de su país, Camerún desea terminar la competición de la mejor manera. El técnico alemán Volker Finke tiene en su mano una situación caliente.
Sin sumar unidades, los africanos enfrentarán por quinta ocasión a Brasil, donde las estadísticas son favorables al cuadro amazónico. En Estados Unidos 1994, Brasil se impuso 3-0; en un juego amistoso en Curitiba en 1996 fue 2-0, y en los partidos de la Confederaciones en 2001 y 2003, Brasil ganó 2-0 y perdió 1-0, en ese orden.
Los problemas tanto internos como en el exterior han repercutido en el accionar del conjunto africano y una muestra fue lo ocurrido en el juego ante Croacia, donde el defensa Benoit Assou-Ekotto y el atacante Benjamin Moukandjo discutieron, y tuvo que llegar el veterano Webó para poner orden. Esto habla de la situación que vive Camerún.
Brasil tiene un mejor panorama y no debería tener problemas para imponerse y asumir el sitio de honor del Grupo A, mientras que los africanos se despedirán con el sueño de que pudieron hacer mejor las cosas si no hubieran salido de su país en medio de problemas económicos.
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