Para los secretarios de Salud y Educación, Lydia Madero y Héctor Escobar Salazar, respectivamente, pareciera que su área de incumbencia se limita a conocer cuántos empleados de estas dependencias cobran sin trabajar.
Las declaraciones hechas este lunes a diversos medios reflejan además de un desconocimiento absoluto de las secretarías que les asignaron, un marcado desdén por los medios de comunicación a cuyos representantes, en este caso, a las y los reporteros, los ven como personas sin sentido común, por eso se atreven a ofender su inteligencia.
En el trato a los medios de comunicación por parte del nuevo equipo del gobierno panista se observa en prácticamente todos los nuevos secretarios y secretarias un desprecio al conocimiento que los periodistas tienen acerca del funcionamiento de una administración estatal, que en muchos de los casos es más que el de ellos y ellas.
De todos los que he tenido la oportunidad de escuchar se salva si acaso uno, Abelardo Perales Meléndez, coordinador general jurídico, el resto navega en el mar proceloso de la ignorancia acerca de cómo funciona la administración estatal y lo que es más preocupante, cómo funciona Tamaulipas.
Empecemos por el secretario general de Gobierno, César Verástegui Ostos, en su afán de ser atento, pierde el alcance de sus palabras, como es el hecho de anunciar que reuniría a las familias víctimas de la violencia, este lunes, pero la junta no resultó lo que esperaban, habría que recomendarles revisar cómo se desarrolla este trabajo en otras instancias de gobierno como el federal, para que eviten caer en los mismos errores como comprometerse a lo que no podrán cumplir.
En el caso de Irving Barrios Mojica, procurador de Justicia, sus saberes acerca de quién es quién entre los priistas que han gobernado Tamaulipas, es su mayor capital ante Francisco García Cabeza de Vaca, aunque no sepa hacia dónde dirigirse cuando le digan que hay que ir al municipio de Antiguo Morelos por ejemplo.
Mario Soria Landero, secretario de la Contraloría desconoce hasta cómo opera la Ley 3de3, donde uno de los aspectos principales es transparentar todo lo referente a las finanzas y los conflictos de interés de todos los funcionarios públicos.
Luis Felipe Castro, secretario de Seguridad Pública, tendrá que cargar con la más fea: la inseguridad, porque Verástegui O
stos dice que ese balón no está en su cancha. Además se la pasará corrigiendo a los periodistas “no soy general, soy vicealmirante”.
A la ingeniera María Gabriela García Velázquez, le corresponde la secretaría de Finanzas, supongo que porque en su carrera se necesitan las matemáticas decidieron darle este puesto que más bien correspondería a una o un experto en economía, administración o por lo menos alguien que sepa de contabilidad. Es una chica desconocida en el ámbito político, me pregunto, ¿durará en el cargo?
En lo que se refiere al tampiqueño Jesús Nader, la secretaría de administración le viene bien, estará a su cargo todo el personal del gobierno estatal aunque ya estuvo en la delegación del IMSS y su desempeño no fue del todo satisfactorio, a ver si sus negocios le dan tiempo de atender esta encomienda.
En lo que se refiere a Carlos W. Talancón, María Isabel Gómez Castro, Raúl Ruiz Villegas, Gerardo Peña Flores, Cecilia del Alto López, y algunos más, deberían de ponerse un personificador con su nombre y cargo para que de perdido los periodistas los ubiquen.
Para María Estela Chavira, secretaria del Trabajo, hay quien no le da mucho tiempo en el puesto, se piensa que se pagará el favor durante unos meses a su hermano Francisco Chavira por haber declinado a favor de FJGCV y después le dirán, “si te vi, no me acuerdo”.
Para Gonzalo Alemán, de Desarrollo Rural la sonrisa puede perderse rápido, cuando comiencen los productores a pedir apoyo económico y ayuda para evadir a los delincuentes que les quitan sus productos en tiempos de cosecha.
Para Gilberto Estrella la secretaría de Desarrollo Urbano y Medio Ambiente es un enigma, no sabe qué proyectos hay, ni el plan de trabajo. Su consuelo es que el resto de sus compañeros de gabinete están en las mismas circunstancias. Mal de muchos…
Y volviendo a las declaraciones desafortunadas, tanto a Lydia Madero como a Héctor Escobar más les convendría escuchar y guardar silencio ante las preguntas de los reporteros en lugar de declarar “no vengo a curar enfermos, sino a curar el sistema”, me pregunto, ¿Lydia podrá lograr eso?
Y en el caso del secretario de Educación se la pasará diciendo que hay que perseguir a los que cobran y no trabajan, ese discurso pasa rápido y más cuando no haya resultados tangibles en el mejoramiento de esta área.
Acuérdense estimados secretarias y secretarios, los periodistas no son sus enemigos, no lo tomen personal, mejor dedíquense a aprender rápido para cumplir sus obligaciones ante el pueblo tamaulipeco, porque la paciencia se agota pronto y lo que ahora es un respetuoso silencio ante sus palabras irresponsables, más adelante será motivo de posible despido, para allá van.
Correo electrónico: derrotero@hotmail.com
Twitter: @derrotero_mx
Discussion about this post