Fue el partido de mi vida, dice Memo Ochoa

Fortaleza, Brasil.-
Una tormenta de flashes lo deslumbra. Es el precio de la nueva fama que ha adquirido Guillermo Ochoa: la de impacto mundial.

El guardameta de la Selección Mexicana vive un cuento de hadas en la XX Copa del Mundo: por fin es titular y acapara reflectores, tras el —descrito por él— cotejo más relevante de su carrera.

“Sin duda, es el partido de mi vida… Hasta el momento”, atina a decir. “Había tenido juegos así, pero no se compara con un Mundial, contra el local”.

Neymar, Paulinho y Thiago Silva fueron sus principales víctimas, pero en su colección de trofeos, ahora hay millones de corazones brasileños, esos que exprimió con sus atajadas.

Una tarde le ha bastado para convertirse en uno de los futbolistas más seguidos de Brasil. Ochoa está consciente de que ahora nada volverá a ser igual. No le inquieta. Promete ser el mismo chico de cabellera ensortijada y educado trato.

“[Debo] seguir igual: trabajando, no querer hacer de más. Simplemente, hacer lo que he venido realizando”, comparte. “La portería es un puesto muy difícil; hoy se dan las cosas, mañana no sé. Lo importante de esto es mantener una regularidad”.

Le genera mucho orgullo ser, por ahora, el arquero más destacado de la Copa del Mundo, más revela que afronta su presente “calma. Hay que seguir trabajando”.

“Es bonito que pasen estas cosas, para que lo disfrute la familia, la afición”. Y añade… “[Me siento] contento de las actuaciones. Es un gran punto, porque no es fácil y esto nos puede dar para arriba. Hay que ir paso a paso, pero vamos bien”.

Compañeros lo alaban

La ecuanimidad de Ochoa contrasta con la alegría de quienes comparten el lienzo verde con él.
Todos los elegidos por Miguel Herrera agradecen tener de su lado a un chico que, poco a poco, hace añicos los prejuicios.

“Estoy feliz por él; lo criticaron muy duro, y ahora demuestra por qué está aquí”, subraya Andrés Guardado.

“[Ochoa] estuvo grandioso. Eso era lo que necesitábamos: que cada uno estuviera en su mejor momento”, agrega Oribe Peralta.

Héctor Moreno revela cierta pena con él por todo lo que tuvo que realizar, aunque presume “fue impresionante lo que hizo. Por desgracia, le dimos mucho trabajo, que es algo que no queremos los defensas, pero para eso está”, finaliza.