Fortaleza, Bra.-
Las bromas y risas no terminan durante el entrenamiento de la Selección Mexicana en el estadio Castelao. Miguel Herrera y sus 23 elegidos disfrutan la víspera del choque ante el pentacampeón del mundo.
Lejos de intimidarse, se alegran por la oportunidad que tendrán hoy. Rasgo distintivo en el peculiar ADN del futbolista mexicano, extraña combinación a la que el Piojo apela para obtener un valioso triunfo en la XX Copa del Mundo.
“Contra equipos chicos es cuando más nos cuesta a los mexicanos. Los grandes, nos ven inferiores y salimos con la actitud de demostrar que no lo somos tanto”, sentencia el director técnico nacional. “El convencimiento de este grupo es que el chico no es tan chico, ni viceversa”.
“Debemos mantener ese nivel a full”. El rival será tan bueno como nosotros lo dejemos que sea”.
Por lo que resultará fundamental marcar condiciones desde el silbatazo inicial del árbitro turco Cüneyt Cakir. “El Scratch du Oro” está en casa, pero Herrera adelanta que su equipo buscará quitarle la pelota y romper con una dolorosa hegemonía.
El Tricolor jamás ha anotado a Brasil en el máximo evento futbolístico. La estadística no le inquieta, porque recuerda la inyección anímica que suele representar medirse con un genuino titán.
“Ojalá podamos anotar primero y pararnos mejor, porque si le diste el primer golpe, no hay que dejarlo que se recupere”, aconseja. “Trataremos de estar atentos y ojalá seamos los que anotemos primero”.
Con lo que reafirma su postura de no defenderse, sin importar que enfrente tenga al más histórico de todos en cuanto a Copas del Mundo.
Además de que es su esencia como timonel, Herrera vio lo hecho por Croacia el jueves, cuando logró complicarle el debut al anfitrión, con base en buscar el esférico y orden defensivo.
“Respeto a todas las selecciones, salimos con esa actitud, pero vamos a ofender”, advierte. “Hay que tratar de atacarlo, que no seamos nosotros los que defendamos”.
“Hay que hacer que el equipo rival se defienda. Si atacamos, podemos aprovechar; si defendemos, ellos son jugadores de gran calidad y nos pueden hacer daño. Más que buscar una deficiencia nuestra, la peor sería darles la pelota para que tengan la oportunidad de atacarnos”.
Durante los más recientes años, Fortaleza ha sido eso para el representativo de Brasil. El noreste del país es su tierra preferida, ya que pocos pueden hurtarles un empate.
Eso tampoco intimida a Miguel, quien recuerda: “Vamos a tener todos los ojos encima. Es un placer”.
“Sabemos que habrá un estadio en contra de lo que el equipo quiere hacer, pero en la cancha seremos 11 contra 11; trataremos de quitarle la pelota a Brasil”.
Está convencido de que puede hacerlo con los hombres que iniciaron el Mundial, por lo que repetirá alineación:
Guillermo Ochoa; Paul Aguilar, Francisco Javier Rodríguez, Rafael Márquez, Héctor Moreno, Miguel Layún; José Juan Vázquez; Héctor Herrera, Andrés Guardado; Giovani dos Santos y Oribe Peralta.
Javier Hernández volverá a ser suplente. “La gente se enoja por no ver a Javier en la cancha, pero después del partido pasado, dejamos en claro que pusimos a los mejores 11”, revela. “Hernández tuvo un año difícil, porque cambió el director técnico que lo llevó al equipo (Manchester United), y el que llega no lo pone mucho”.
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