Moscú, Rusia.-
El ministro ruso del Exterior, Serguei Lavrov, condenó hoy el ataque contra la embajada de Rusia en Ucrania, país que vive una jornada de duelo por los 49 muertos que dejó el derribo de una avión militar cerca de la región de Lugansk.
“Hay razones para creer que el objetivo de la acción contra la embajada rusa en Kiev era la toma de la misión diplomática y el derramamiento de sangre”, afirmó Lavrov, en reacción a los actos de violencia y vandalismo que sufrió la víspera la sede diplomática rusa.
En un comunicado, el Ministerio de Asuntos Exteriores informó que Lavrov habló por teléfono con sus homólogos de Alemania, Frank-Walter Steinmeier, y de Francia, Laurent Fabius, para expresar su inquietud por la agresión a la misión diplomática rusa.
Decenas de manifestantes enardecidos se reunieron la víspera frente a la misión diplomática rusa en Kiev para condenar el derribo de un avión militar ucraniano por combatientes prorrusos, presuntamente con apoyo de artillería militar rusa.
Los manifestantes lanzaron piedras y artefactos explosivos contra el edificio diplomático, arrancaron la bandera rusa del asta, dibujaron la cruz gamada en la valla y volcaron los coches que estaban estacionados frente a la embajada.
De acuerdo con la declaración de la cancillería, Lavrov envió una nota de protesta formal a Ucrania, en la que afirmó que lo sucedido es indignante y pidió al gobierno del presidente Petro Poroshenko castigar a los responsables, según un reporte de la agencia informativa Ria Novosti.
“Los responsables de los disturbios ocurridos frente a la misión diplomática rusa en la ciudad de Kiev deben ser castigados y los daños ocasionados deben ser compensados”, destacó Lavrov en la nota de protesta enviada a la cancillería ucraniana.
Al hablar con Steinmeier, Lavrov manifestó su preocupación por el ataque y la reacción de los socios occidentales que se negaron a condenar este acto de vandalismo en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (ONU), indicó el comunicado.
En tanto, en su conversación con Fabius, el ministro ruso del Exterior subrayó también su indignación por la falta de “reacción de las autoridades de Kiev” ante la agresión, que consideró una infracción flagrante de los compromisos internacionales de Ucrania.
De acuerdo con la declaración, el Ministerio de Exteriores de Rusia exigió a Ucrania tomar todas las medidas necesarias para garantizar la seguridad de los diplomáticos rusos en Kiev y evitar que se repitan de nuevo este tipo de actos.
El ataque a la embajada se registró en protesta al derribo de un avión militar, en el que viajaban 40 militares ucranianos que se dirigían a la oriental región de Lugansk para participar en la operación militar contra separatista prorrusos.
Según la vocera de la autoproclamada República Popular de Lugansk, Oksana Chigrina, el avión militar fue abatido porque violó el régimen introducido por las autoridades de la república del “espacio aéreo cerrado” sobre Lugansk.
En honor a las 49 víctimas, el presidente Poroshenko emitió un decreto para declarar este domingo día del luto nacional para rendir homenaje a los muertos a bordo del avión militar IL-76, abatido por milicianos, presuntamente con armamento ruso.
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