Cd. de México.-
FEMSA y sus unidades de negocio, a través de la RED de voluntarios FEMSA, participaron con la organización internacional TECHO en la construcción de 66 viviendas de emergencia para personas de México y Colombia que viven en situación de vulnerabilidad.
Con esta actividad, realizada por cuarto año consecutivo, FEMSA a través de su área de Desarrollo Social, vuelve tangible su filosofía humanista y promueve a la par el desarrollo integral de sus colaboradores y familias, llevando bienestar, inclusión y trascendencia del mismo en su comunidad, mediante la construcción de viviendas y programas de salud y desarrollo.
“Como parte de nuestro objetivo de generar valor económico y social en las comunidades donde operamos, nos hemos aliado, por cuarto año consecutivo, con la asociación internacional TECHO para ofrecerle una posibilidad de vivienda digna a personas que viven en condiciones vulnerables. Gracias al apoyo de nuestra RED de voluntarios de FEMSA hemos conseguido levantar 66 hogares que beneficiarán directamente a 330 personas y a 660 de forma indirecta”, mencionó Adriana Arévalo,
Responsable de Desarrollo Social FEMSA.
La alianza con la organización civil contempló la construcción de 56 hogares en México, de los cuales 15 estarán en Ciudad de México, 10 en Nuevo León, 3 en Jalisco, 3 en Puebla y 25 en el Estado de México. Por su parte, en Colombia se entregaron 4 viviendas en la ciudad de Cali y 6 en Bogotá.
Estas acciones tuvieron lugar después de un proceso de seis meses durante el cual se realizaron encuestas, se asignaron casas y las familias beneficiadas hicieron el pago de $1,500 pesos, lo equivalente al 5% del valor de la vivienda.
“Por tercer año consecutivo tengo la oportunidad de participar en TECHO. Aún me sorprende el hecho de que no hay que ir muy lejos para encontrar una comunidad muy necesitada, ya que a 40 minutos del edificio del trabajo estaba la comunidad que ayudamos. A pesar de ser una actividad que te demanda un fin de semana, créeme que todo tiene sentido cuando ves una casa terminada, a la familia llorando mientras te agradece, a los niños jugando dentro de su nueva casa y estrenando su piso,
cuando escuchas decir a la mamá “por fin voy a tener en donde meter a mis niños y que no les de frío”,
en ese momento, sabes que todo valió la pena.