Reynosa, Tam.-
Una navidad triste y desolada es la que vivirá Martina Lizcano Valladares, luego de que la vivienda en que habitaba, en la calle 10 y primera de la colonia La Escondida, fuera consumida en su totalidad por las llamas.
El siniestro se generó alrededor de las 17:00 horas cuando Martina encendió una veladora para su hijo Ángel Meléndez Lizcano, quien falleció hace tres años, acción que posiblemente fue la causa de la tragedia.
“Le prendí una veladora chiquita a mi hijo, luego salí con rumbo a la casa de una de mis hermanas y cuando llegué me dijo que mi hogar se estaba quemando, cuando regresé vi las llamaradas y mi casa desecha”, platicó con una voz entre cortada mientras varias vecinas le daban ánimos.
Según Martina, esta es la segunda ocasión en que su patrimonio resulta afectado por el fuego, la primera vez fue en un incendio generado por un corto circuito, sin embargo, en aquella ocasión fue menos catastrófico.
Aunque los bomberos llegaron al sitio casi de manera inmediata, nada se pudo hacer para salvar las pertenencias de Martina, quien quedó a la deriva sin un techo en donde pasar la noche y mitigar la lluvia o el frío.
Entre cuatro paredes de concreto quedaron todos los bienes de Martina, el tambor de su colchón, una estufa y el refrigerador, también quedó una mesa y un viejo sillón hechos carbón.
En el domicilio que contaba con un techo de lámina, también habitaban Rogelio y Minerva, hijos de Martina que le ayudaban con lo que podían, pues uno de ellos padece de sus facultades mentales.
“Presentía que iba a tener una navidad muy triste, mis hijos me preguntaban que íbamos a hacer en esta temporada, pero yo les contesté que estaba muy triste”, recordó con la mirada perdida entre los escombros de lo que fue su hogar.
Martina es una mujer viuda de 66 años y sobrevive sólo con una pensión de mil pesos por mes, por tanto, quien desee ayudarla se puede poner en contacto al 8992348920 con Graciela Uresti o bien acudir a la calle 10 esquina con Primera en la colonia La Escondida.