Una semana después de que el huracán Ike destruyó barrios enteros y casi todos los servicios básicos de Galveston, hay un plan para empezar a permitir el regreso de aproximadamente 45 mil residentes desalojados.
Quienes se fueron atendieron advertencias terribles para que huyeran.
Ahora están recibiendo una nueva advertencia: no será fácil regresar a casa.
Falta de electricidad, servicio de alcantarillado limitado y el suministro de agua irregular son algunos de los agobios que podrían esperar a los residentes cuando inicie la próxima semana su regreso gradual a Galveston, dijeron funcionarios de la ciudad.
”Necesitarán decidir si quieren regresar en esas condiciones”, dijo el viernes el administrador de la ciudad Steve LeBlanc.
Se permitirá regresar a los residentes en fases, comenzando por las áreas menos dañadas, principalmente atrás del malecón en la parte este de la isla, y después hacia el muy dañado límite oeste, señaló el funcionario.
Hay únicamente combustible y otros suministros limitados. Pero los negocios están comenzado a abrir lentamente, el suministro eléctrico está regresando y está mejorando el servicio de telefonía celular.
Los residentes de la muy golpeada Península Boliviar también comenzarán a ver sus casas la próxima semana, aunque sólo un atisbo rápido; y debido a que el camino principal es intransitable en algunos puntos, los residentes serán transportados en camiones de carga y otros vehículos pesados para su visita.
El juez del condado de Galveston Jim Yarbrough, el funcionario electo de mayor nivel del condado, dijo que 60 policías estatales estaban patrullando la muy dañada península.
”Necesitamos que la gente tenga paciencia”, señaló Yarbrough. ”Se ha logrado mucho progreso. Estamos en un maratón; no en una carrera de 100 yardas planas”, agregó.
Las autoridades terminaron hace mucho tiempo la búsqueda de cadáveres en la Isla de Galveston y la península, aunque advirtieron que podrían encontrar más. Las autoridades han atribuido 57 muertes en Estados Unidos debido a Ike, 23 de ellas en Texas.
El viernes se restableció el servicio eléctrico a más de la mitad de los clientes que la perdieron por el paso de Ike, aunque funcionarios estatales dijeron que cerca de 1,41 millones continúan sin éste.
La cuarta ciudad más grande del país continúa recuperándose. Las escuelas de Houston que han estado cerradas desde la llegada de Ike comenzarán a abrir sus puertas el martes. Se espera que todos los planteles estén abiertos el 29 de septiembre.
El legislador estatal Craig Eiland, quien representa a Galveston, dijo que están tratando de reunir las miles de reses que vagan libremente desde que retrocedió la marejada. El agua remanente es tal salada que podría matar a los animales que la beban, y los pastizales que comerían normalmente también están contaminados, señaló.
La NASA dijo el viernes que el control de vuelo de la estación espacial internacional regresó al Centro Espacial Johnson, el cual fue cerrado unos días antes de la llegada de Ike pero no sufrió daños significativos.
Más de un millón de personas fueron desalojadas de la costa de Texas mientras Ike cruzaba el Golfo de México. El gobernador Rick Perry dijo que 20.500 personas permanecían el viernes en 190 albergues.
Aproximadamente 135 mil 500 familias han calificado para vivir en hoteles financiados por el gobierno, aunque menos de 9 mil ya están habitando en ellos, señaló Richard Scorza, un vocero de la Agencia Federal de Manejo de Emergencias.
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