De espigada y fina figura, Mariana “La Barbie” Juárez, se define como una persona transparente, que le gusta hablar de frente.
Es por ello que no tuvo ningún empacho en mostrarse literalmente al desnudo, sólo cubierta por los cinturones de campeonato que ha logrado a lo largo de su carrera, mostrando así su lado más sexy.
“Siempre he dicho que el boxeo no me ha quitado mi lado femenino, por el contrario, creo que el practicar boxeo me ha formado un bella figura, la cual me gusta presumir, porque no en vano me paso tres horas diarias en el gimnasio; así que si puedo lucir mi figura, lo voy a hacer”, asegura con una sonrisa de picardía.
Es por ello que no tuvo empacho para mostrarse como llegó al mundo.
Por ello, al hacer a un lado las enormes trenzas, deja al descubierto un bello dorso con unas enormes alas tatuadas en su espalda, que la hacen aún más coqueta de lo que sin ellas era.
Así que la combinación de fuerza y buen físico le dan un toque de belleza salvaje. Algo poco visto en el ring.
Por si fuera poco, este año ha sido el de su debut en la actuación, ya que actualmente participa en la telenovela “Gancho al corazón”, de Televisa.
“Me invitaron y no lo dudé, porque otro de mis sueños es la actuación, así que este es un buen principio”.
Asegura que no le pone nerviosa actuar porque todos la ayudan: “Además, si cometo un error se repite la escena, creo que me ponen más nerviosas las entrevistas en vivo, porque si me equivoco no hay repetición, pero ahí la voy llevando”.
La Barbie Juárez, ex campeona mundial y actual monarca internacional de peso mosca del Consejo Mundial de Boxeo ha tomado un segundo aire en su carrera, la cual había interrumpido un par de años por una fuerte lesión en el hombro.
“Afortunadamente este año regresé al boxeo y en agosto gané el título nacional de peso mosca al vencer por decisión a Sandra Hernández; luego gané el cetro internacional y ahora lo voy a exponer contra la inglesa Suszanah Werner, el 27 de septiembre en la Arena México, como respaldo de la función donde Édgar Sosa hará la sexta defensa del fajín minimosca del Consejo Mundial de Boxeo, ante el filipino Sonny Boy Jaro. Por supuesto, eso me tiene muy motivada”, asegura.
Para ese combate, sus compañeros de la telenovela la van a ir a apoyar.
“Ya compraron boletos de primera fila y van a llevar pancartas de apoyo, quieren ver como soy realmente en el ring y no los pienso defraudar porque voy a ganar y a retener mi título; para eso me preparo todos los días y mis sesiones de boxeo las realizó con hombres, por eso si Werner me quiere ganar, deberá ser una superdotada”, dice con voz firme.
Con apenas 48 kilos de peso y 1.64 metros de estatura, Mariana Juárez es una peleadora muy alta para su división, además de poseer una envidiable técnica en esto de la defensa y el ataque.
“Me gusta pegar y que no me peguen, por eso no fallo al gimnasio; cuido mi cara, no quiero quedar más fea de lo que nací”, asegura en tono de broma mientras guiña el ojo.
La sesión de fotos transcurre y ella posa una y otra y otra vez. Se le nota como pez en el agua, no le incomada la escasez de prendas.
“Creo que el modelaje es otra de mis debilidades, me gustan mucho las fotos” y sonríe con naturalidad.
Se le pregunta que piensa del desnudo y responde sin dudar: “Creo que hay gente que sin posar desnuda hace cosas más vulgares. En mi caso, lo considero como un homenaje a mi cuerpo”.
Pero eso sí, si volviera a nacer, asegura que volvería a ser boxeadora: “El boxeo me ha abierto las puertas de todo; es mi pasión y la forma en que me gano la vida; así que creo que antes de cualquier otra cosa, quiero ser exitosa en esta carrera y luego pensar en otras opciones”.
Por lo pronto, su objetivo es claro: primero, vencer a Saszanah Werner; después buscará el título mundial. Lo sexy no quita la valiente. Y Mariana es la mejor prueba de ello.
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