México, D.F.-
Muy pocos han estado en el lugar. Eso explica los recorridos visuales y las selfies que inmortalizan el momento. Los integrantes de la Selección Mexicana acuden al Palacio Nacional para ser abanderados… Y escuchar el más dorado anhelo deportivo de su pueblo en voz del presidente Enrique Peña Nieto.
Sui generis tarde para Miguel Herrera y los 23 hombres que le acompañarán en Brasil 2014. Estrenan traje oscuro y corbata verde, idéntica a la que porta el Primer Mandatario.
Rafael Márquez es quien recibe el lábaro patrio. Le escoltan Oribe Peralta, Héctor Moreno, Raúl Jiménez, Carlos Peña y Javier Hernández, frente a la atónita mirada de otros seleccionados.
“En febrero de este año, estuvo aquí en México el trofeo de la Copa Mundial de la FIFA”, recuerda Peña Nieto. “El Presidente de la República y todos los mexicanos confiamos en ustedes para que, el próximo 13 de julio, cuando será la final de esta justa mundial de futbol, traigan ese trofeo de regreso a nuestro país”.
Los acordes que emanan de la banda de guerra del Cuerpo de Guardias Presidenciales otorgan solemnidad, y emoción, al evento. Retumba el Patio Central del Palacio Nacional. También los corazones tricolores.
Queda demostrado cuando el “Piojo” Herrera dirige unas palabras. Su innata soltura frente a las cámaras muta en nerviosismo. Se traba algunas veces.
“Los cuartos de final son el objetivo mínimo que nos hemos trazado, pero todos en la Selección pensamos traer la Copa para México”, sentencia. “Para ello, cuento con un gran equipo, formado por 23 futbolistas que juegan en un muy alto nivel.
“Son grandes seres humanos, capaces de comprometerse por su país. Con la ilusión y esperanza de millones de mexicanos. Siempre soñé con vivir este momento, pero nunca pensé que fuera tan rápido”, aseveró.
La carga emocional es igual de aniquiladora. Brasil 2014 será el cuarto Mundial en el que el “Káiser de Michoacán” porte el gafete de capitán tricolor. No importa. Su voz también se entrecorta.
“Hemos soñado con levantar la Copa del Mundo, en darle esa inmensa alegría a todo el pueblo mexicano”, comparte Márquez. “El turno llegó para nosotros”.
Y esperan no desaprovecharlo, tras las vicisitudes enfrentadas durante la eliminatoria.
Por eso gozan la visita, sobre todo aquellos que no tienen que ofrecer un discurso. Todos utilizan sus smartphones para expresar la alegría y el orgullo que les provoca la visita.
Es un evento oficial, mas hay espacio para romper el protocolo. Peña Nieto les invita a dar un recorrido por el lugar. La emoción es evidente.
“Llegar a Brasil no fue un camino fácil, pero ahora que estarán ahí será momento de escribir una nueva historia de lucha, pasión y triunfo”, arenga el Presidente. “Ustedes representan a una nueva generación de mexicanos que compiten con mentalidad ganadora, pasión, entrega y confianza en sí mismos”.
Virtudes que deberán mostrar, porque ya tienen la bandera. Les toca traer la Copa.
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