Guadalajara, Jal.-
El primer día en un nuevo trabajo siempre tiene un sabor especial. Carlos Bustos lo sabe. Lo vive. Este miércoles, cuando sale al campo de Verde Valle, rodeado por 23 futbolistas del Rebaño Sagrado, el argentino sonríe. Inicia, formalmente, el reto más grande de su corta carrera como entrenador: dirigir a Chivas del Guadalajara.
Con dos años de experiencia en México (sólo uno en la Primera División), el entrenador sudamericano ha recibido total confianza por parte de Rafael Puente, recientemente nombrado director operativo del Guadalajara. Ha sido él quien, a pesar de tener la directiva un preacuerdo con Víctor Manuel Vucetich, convenció a Juan Manuel Herrero (presidente deportivo), Juan Francisco Palencia (director deportivo) y Jorge Vergara (dueño del club), de inclinarse por Bustos.
El argumento: su estilo de juego es más apegado a la “filosofía” de Chivas. Es decir, en teoría, su forma propositiva de encarar los encuentros y buscar de forma permanente el arco contrario, sin importar la cancha sobre la que se dispute el balón, es lo que hoy tiene al argentino en la banca del equipo más ganador en la historia del futbol mexicano.
Se le ve contento en Verde Valle. No es para menos. En un año con Morelia, conquistó una Copa MX. Sabe que cualquier título con el Guadalajara tiene una dimensión mucho mayor. Pero ahora, no es tiempo de pensar en eso. Llega a un Rebaño Sagrado metido en problemas de descenso, sólo tres puntos por encima de Puebla.
En el día uno de la pretemporada, Carlos Bustos habla con algunos de sus jugadores. Se acerca a los llamados líderes del vestidor. Intercambia puntos de vista. Intenta plasmar, desde ahora, su idea futbolística. Por eso, desde el arranque de su gestión hay contacto con el balón, poco después de concluir la actividad física.
Durante el inicio de cualquier pretemporada, lo común es el trabajo de fuerza muscular. Después de las vacaciones, los jugadores necesitan recuperar lo más pronto posible la condición física. Sin embargo, el sudamericano quiere, además de eso, que el futbolista mantenga la sensibilidad con el esférico indispensable para soñar con un buen arranque del próximo Torneo Apertura 2014.
Hay futbol en espacios reducidos. Nada formal sobre el césped de Verde Valle, por lo que no se puede observar una alineación propiamente establecida. Además, para eso todavía le falta mucho a Bustos, pues hoy, en el arranque de su gestión, todavía no cuenta con los dos primeros refuerzos: Carlos Salcido se encuentra concentrado con la Selección Mexicana previo al Mundial de Brasil 2014, mientras que Fernando Arce tiene un permiso especial para terminar con su mudanza procedente de Tijuana y reportarse al final de esta misma semana.
Así, ha comenzado la era de Bustos al frente de Chivas. Cuando abandona el campo se le ve contento, igual o más que al principio. La ilusión normal de un nuevo trabajo. Se encuentra ya metido en el reto más grande de su carrera.
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