Cd. de México.-
Jugó el balón hasta unos metros antes del círculo central y lo cedió con dirección a un distraído Darío Verón; el capitán auriazul tardó en reaccionar y el esférico le quedó a Carlos Esquivel, quien aprovechó el regalo para decretar el 0-1 con un riflazo, al 27’.
El Pollo tuvo una mala tarde que causó la segunda caída en fila de los auriazules en casa. Y de nuevo por una desconcentración de la defensa, los del Pedregal perdieron puntos que lo alejan de la Liguilla.
De nada les valió a los pupilos de Francisco Palencia ser superiores y lanzarse al ataque. Ninguno de sus 17 disparos a gol terminó en las redes y tampoco sacaron provecho a sus 15 tiros de esquina.
TALA, IMBATIBLE. La desventura de Pumas tuvo otro culpable: Alfredo Talavera, arquero escarlata que no dejó pasar ni el aire.
En el primer tiempo salvó su meta tras un remate de Jesús Gallardo para dar una probada de sus virtudes. Después se lució con una triple atajada a disparo de Gallardo, contrarremate de Alan Mendoza y cabezazo del mismo Jesús.
Antes del descanso, la tropa universitaria exigió un penal por una mano de Paulo Da Silva dentro del área, pero el silbante Jorge Pérez Durán consideró que no era intencional.
ANULAN GOL LEGÍTIMO. En la segunda mitad, los locales replegaron al cuadro mexiquense. Lo pusieron en aprietos, pero jamás consiguieron desesperarlo.
Toluca mostró orden, repelió las amenazas y en un contragolpe Fernando Uribe marcó el 0-2, gol que fue anulado por inexistente fuera de lugar.
En la agonía del partido, Pumas echó por la borda su mejor oportunidad para empatar: Matías Britos falló en un mano a mano con Talavera, quien anexó otra atajada a su antología de intervenciones milagrosas para sellar el triunfo infernal y darle un quemón a los auriazules en su propio feudo.