Reynosa, Tam.-
“Pensé que me iba a morir”, dijo en repetidas ocasiones Alberto Rodríguez Avendaño, después de quedar atrapado entre los escombros del centro comercial que se derrumbó a causa de la explosión el pasado 15 de mayo en Reynosa.
“Es lo único que pensaba, creí que había llegado el final pero Dios es muy grande y mira donde estoy”, mencionó.
El empleado de la empresa Ramsa relató que en un instante cambió su escenario, ya que de encontrarse trabajando en el segundo piso de la mueblería de pronto su vida estuvo en peligro al quedar aplastado entre restos del edificio.
“Pensé que era un derrumbe o un temblor porque se escucharon dos estallidos muy fuerte y gritaba ‘¿Dios mío que pasó?’, fue algo espantoso”, dijo el joven aún afectado por lo sucedido.
Y agregó: “El primer golpe que recibí fue en el tabique y comencé a sangrar mucho. A los segundos se escuchó otro estruendo y me cayeron pedazos de escombro que me golpearon la cara”.
El sobreviviente de 23 años de edad aseguró que volvió a nacer pues sólo salió con raspones, cortaduras y varios moretones, de la explosión y el derrumbe, en comparación a las tres personas que perdieron la vida y al resto de los lesionados.
“Quede entre dos paredes que se sostenían por un tubo largo, me comentó mi compañera que había dos mini Split, que me quedaron pegados a la cabeza para aplastarme. Si la estructura se hubiera movido más, quién sabe que sería de mi”, relató.
Alberto, quien se ha desempeñado por más de un año como agente de ventas, resaltó que Dios le brindó una segunda oportunidad para sacar adelante a sus dos pequeñas hijas y esposa con ocho meses de embarazo.
“Dios me dio una segunda oportunidad para ver nacer a mi hija el próximo mes y hacer lo que tengo pendiente, además de superarme por ellas no bajaré la guardia le voy a echar muchas ganas por mi familia”, refirió.
El joven originario de Veracruz, pero con más de una década radicando en el fraccionamiento San Valentín de Reynosa, compartió que durante la tragedia lo único que pasaba por su pensamiento era que dejaría desamparada a su familia.
“Sentí que volví a nacer cuando me sacaron mis compañeras y di gracias a Dios por salvarme la vida”, expresó el trabajador que aún se encuentra en su domicilio convaleciente.
Tomado de YouTube:
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