Washington, D.C.-
El presidente estadounidense, Donald Trump, le pidió al entonces director del FBI James Comey que abandonara una investigación contra el ex asesor de Seguridad Nacional Michael Flynn, dirá el despedido jefe del Buró Federal de Investigaciones en su testimonio ante el Congreso.
Así se desprende de una declaración escrita que la Comisión de Inteligencia del Senado estadounidense difundió hoy, de cara a la próxima audiencia clave de Comey mañana jueves.
“Espero que usted pueda ver su camino libre para abandonar esto, para abandonar a Flynn. Es un buen tipo. Espero que pueda abandonar esto”, le manifestó Trump a Comey, según el relato ofrecido por el ex director del FBI sobre el encuentro mantenido el 14 de febrero en la Casa Blanca.
Comey describió esta interacción como “muy preocupante, dado el rol del FBI como agencia de investigación independiente”.
Esta aseveración contenida en el testimonio preparado por escrito parece confirmar los reportes de los medios sobre las interacciones de Comey con Trump, que estarán en el centro de la audiencia de la Comisión de Inteligencia del Senado este jueves.
Mientras tanto, la Casa Blanca está revisando el testimonio escrito de Comey. A la pregunta de si Trump sostendría sus anteriores negativas acerca de que le solicitó a Comey que desestimara la investigación sobre Flynn, la portavoz Sarah Sanders dijo: “No puedo imaginar que el presidente no respalde su propia declaración”.
El testimonio de siete páginas también detalla otros intercambios entre el presidente y el ex director del FBI, incluyendo una demanda de “lealtad” de Trump hacia Comey, despedido el 9 de mayo pasado.
Comey se referirá ante el comité a un total de cinco interacciones que tuvo en persona o telefónicamente con Trump, comenzando por un reporte que le brindó al presidente electo el 6 de enero en Nueva York.
Las otras interacciones entre ambos son una cena el 27 de enero, una llamada telefónica el 30 de marzo y otra comunicación telefónica el 11 de abril (“Esa fue la última vez que hablé con el presidente Trump”, señala).
El ex director del FBI asegura que conservó todos los reportes detallados sobre sus intercambios con el presidente estadounidense. En múltiples conversaciones Trump se refirió a la investigación en marcha sobre Rusia como una “nube” sobre su presidencia y le pidió a Comey si el FBI podía “levantar esa nube”.
Trump reiteradamente buscó que el FBI hiciera público que él no estaba personalmente bajo investigación. Comey le reaseguró al presidente en tres ocasiones que no lo estaba. Trump esperaba que el FBI lo publicitara, pero el Buró y el Departamento de Justicia no quisieron hacerlo por si la situación se modificaba, señala el testimonio.
Comey también da cuenta de una cena privada a la que asistió con Trump apenas días después de que asumiera el cargo, en la que el mandatario pareció sugerir que podría reemplazarlo.
El presidente le manifestó: “Necesito lealtad, espero lealtad”, lo que generó la incomodidad de Comey, debido a la importancia que tiene la independencia del FBI. El entonces director del FBI le aclaró en cambio que siempre contaría con su “honestidad”.
El esperado testimonio del ex director del FBI en Washington forma parte de una investigación para determinar si Trump presionó a Comey para que pusiera fin a las investigaciones sobre Flynn, una acusación que podría ser considerada como obstrucción de la justicia y complicar aún más al mandatario en medio de las sospechas de que su equipo de campaña tuvo vínculos con Rusia.
Trump ha denunciado la investigación ampliada como una “caza de brujas”, mientras ésta proyecta una creciente sombra sobre la Casa Blanca.
Poco antes, Trump anunció en Twitter que nombrará al abogado Christopher Wray como su candidato a dirigir el FBI. Wray, de 50 años, trabajó en el Departamento de Justicia durante la Administración de George W. Bush, donde se desempeñó como fiscal general adjunto desde 2003 a 2005. Wray, quien actualmente trabaja en el despacho de abogados King & Spalding, saludó el nombramiento como “un gran honor”.
Mientras tanto, altos funcionarios estadounidenses no confirmaron hoy reportes acerca de que Trump les pidió influir en la investigación, pero aseguraron que nunca se sintieron “presionados” para intervenir.
El director de Inteligencia Nacional Dan Coats y su par de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) Mike Rogers manifestaron al Comité de Inteligencia del Senado que no discutirán públicamente conversaciones privadas con el presidente.
Según informó anoche el diario “The Washington Post”, Trump habría presionado no sólo al entonces jefe del FBI Comey por la investigación sobre la supuesta injerencia rusa en la campaña de Estados Unidos, sino también a Coats.
Según dijeron fuentes anónimas del Gobierno al diario, Trump habría intentado presionar a personas clave de los servicios secretos para presionar a su vez a Comey. El objetivo habría sido que Comey dejara de investigar a Flynn, que en tanto fue despedido. Los documentos indican que Trump habría pedido tras un encuentro en la Casa Blanca con un grupo mayor de gente a Coats y al jefe de la CIA, Mike Pompeo, que se quedaran en el salón. Fue entonces que les hizo el pedido.
Rogers, por su parte, mantuvo que en sus tres años en el cargo nunca recibió directivas para hacer algo que él considerara ilegal, inmoral o falto de ética.
Los senadores interrogaron reiteradamente a los funcionarios y manifestaron su frustración por la falta de respuesta. “Salí de esta audiencia con más preguntas de las que tenía al entrar”, dijo el senador Mark Warner, el demócrata de más alto rango en la comisión.