Hoy estará en Ciudad Victoria el alcalde Enrique Rivas Cuéllar, él dice que va a ver lo de un futuro hospital general para el norponiente de Laredo, nosotros creemos que va a ofrecerse al Gobernador, con tintes reeleccionistas, empieza el acercamiento en metálico.
De los viajes sin ton ni son, que en ocho meses y fracción ha realizado Rivas Cuéllar, tal vez ya equiparó la distancia suficiente como para dar la vuelta al mundo (40 mil 075 kilómetros).
Pero esos no son nada, comparados con los periplos que efectuará de aquí a que se conozca quién va para alcalde por parte de su partido el PAN, creemos que como decimos por estos lares, “fácil y con la zurda” esos 40 mil kilómetros que ya lleva, serán pan comido, tan sólo de aquí al destape.
Y eso solamente entre Nuevo Laredo y Ciudad Victoria.
Y máxime si lo de los nombramientos por cada instituto político, no es en diciembre, sino que se extiende hasta febrero, de lo cual no lo dudamos, pues entre más larga la agonía entre los suspirantes, mayor y más sustancioso será el número y el monto de regalos que recibirá ese a quien le tocará decidir tales palomeos “partidistas”.
En ocho meses, de puros viajes aéreos, Rivas Cuellar, ya se ganó como “viajero frecuente”, muchos puntos para el disfrute de vuelos gratuitos, mismos que sin duda, aprovechará ahora pronto, ya que en un año dejará de ser presidente municipal.
Y decimos pronto dejará de fungir o fingir como alcalde, porque no creemos que -hablando en lenguaje beisbolero- pique y se extienda por todo el jardín central.
¿O acaso, el pueblo, el ciudadano votante le reelegirá -si es que logra comprar su candidatura por el partido azul- para que siga otros tres años, al frente del dinero de Nuevo Laredo?
¿Le confiaremos 13,685 millones de pesos del dinero de Nuevo Laredo, a razón de 2 mil 737 millones por año, en un mandato de cinco años?
¿Un lustro será nuestro alcalde? Pues si ocurre tal cosa, sí que este hombre dejará bien lustrada la caja de tesorería.
EL MENTADO HOSPITAL
Bueno, ya hablamos suficiente del Marco Polo de Nuevo Laredo, ahora, toquemos el tema de lo que a este hombre dizque le ocupa su viaje de hoy a la capital estatal.
El muy insultante hospital en el norponiente de la ciudad.
Sí es verdad, en aquel sector de la ciudad, hace falta algo así, pero siempre y cuando estén bien cubiertas las actuales instalaciones de la medicina pública local.
No queremos un hospital de entre 400 y 600 millones de pesos (cifra que ya han citado), mismo que ni lo terminen y que sólo sea un pretexto para robar a manos llenas, llevarse borbollones de dinero.
La política y la función mexicana nos ha dicho que entre más obras “má$ $obra”, es decir, que los políticos se van en grande, eligen los proyectos más costos, de mucho manejo de dinero gubernamental, de bastante capital público, el impensable o mejor dicho, el que el ciudadano común y corriente, no alcanza a concebir, estimar o tener idea, por tratarse de sumas estratosféricas.
¿Para qué? Pues para embolsarse lo más posible.
A ellos no les importa que se acabe el lapso de su gobierno, el tiempo de su gestión, puesto que una vez autorizado el dinero, disponen del monto, se hacen del dinero, lo hacen efectivo y lo desvían a sus cuentas personales.
Aunque se tengan que ir del cargo sin acabar la obra, eso no les importa, ellos se llevan millones de pesos, y allá que arree el que viene atrás, que el sucesor se encargue de sacar las castañas de la lumbre, de apagar el fuego, de capotear la bronca y de apechugar el mayúsculo problema.
Por eso decimos que un futuro Hospital General en el norponiente no debe hacerse, sin que antes los actuales Hospital Civil, Hospital General, el Centro de Salud, en sus dos instalaciones, así como el centro oncológico, no están perfectamente bien equipados, cubiertos, médicamente bien dotados y prestando un servicio inmejorable a la clase más necesitada, a esa que no tiene derechohabiencia en el IMSS o en el ISSSTE.
No debe construirse un hospital general norponiente si el nosocomio contra el cáncer y de medicina de tercer nivel, no ha sido terminado, si sólo se hizo una etapa, cuando que se repitió hasta el cansancio de que serían tres grados o niveles (y no hablamos de pisos), o sea, faltaron la segunda y la tercera fase, para brindarle a nuestra gente un completo servicio de salud, en tales instalaciones.
No puede haber nuevo nosocomio del Sector Salud de Tamaulipas, si el Hospital General actual (fraccionamiento Ojo Caliente) y el Hospital Civil (colonia Hidalgo) no tienen médicos, ni enfermeras, ni laboratoristas, ni tecnología (mastógrafo, ni ecosonograma, ni aparato de electrocardiogramas, ni incubadoras, etcétera), ni presupuesto, ni personal diverso, ni medicinas, ni agua potable, ni aire acondicionado, ni alimentos, ni ropa de cama y de pacientes, ni nada.
¿Hace falta un hospital en el poniente? ¡Mucho que se requiere uno!, tanto que ya debería existir uno, desde hace varios años.
Pero no así, no podemos permitir que sea una maniobra de robo.
Se autoriza, les empieza a fluir el dinero, se lo roban y se van, dejan todo a medias.
Esa película ya la hemos visto muchas veces, estamos cansados de ella.