“El problema de la corrupción en los países pobres puede significar la diferencia entre la vida y la muerte de sus habitantes”.
Esa afirmación viene del organismo llamado Transparencia Internacional que mide el nivel de corrupción de los países en el mundo.
A México le fue mal en la más reciente evaluación, ocupa el lugar 72 entre 180 países y ahí se ha mantenido durante lo que va del sexenio de Calderón y el último de Fox.
Si esas evaluaciones muestran lo que está pasando en nuestro país el cambio de partido en el poder no trajo una mayor fiscalización y honestidad en el manejo de los recursos públicos.
El informe indica que los países localizados en el continente americano “tienen un grave problema porque su corrupción es desenfrenada”, ya que algunos no lograron pasar a los cuatro puntos, en una escala de diez.
Así México se localiza en el mismo nivel que Bulgaria, Macedonia, Perú, China, Surinam, Trinidad y Tobago y Swazilandia. A excepción de China el resto de los países tienen una economía más débil que la nuestra.
Ese análisis señala que el costo anual de la corrupción en el mundo implica un gasto de 50 mil millones de dólares anuales, lo que equivale a “un desastre humanitario continuo”.
Pero cómo podemos traducir en palabras entendibles ese estudio.
Sólo observando a su alrededor.
Mire, si el gobierno federal ha optado por instituir el seguro popular es para dar servicios médicos a la población abierta, pero si en los Estados a donde se destinan esos recursos para ampliar la cobertura de salud en hospitales no son ejercidos con honestidad, los únicos que resultan afectados son los derechohabientes.
Por ello se indica que la corrupción puede significar la diferencia entre la vida y la muerte de sus habitantes, “puesto que el dinero que está en juego es destinado a la construcción de infraestructura como hospitales o agua potable”.
Y los gobiernos en México piden esfuerzos a su población para mantener el aparato gubernamental pagando más impuestos, pero no son capaces de hacer un compromiso de uso honesto de los recursos públicos.
Los funcionarios y gobernantes elegidos mediante el voto popular, muchos de ellos, atesoran tanto dinero proveniente de los impuestos que podrían mantener hasta sus tataranietos.
Hay tanta ambición que no se detienen a reflexionar que ese dinero que roban puede significar la vida o la muerte de muchísimas personas en el país.
El dictamen de Transparencia Internacional es definitivo, a nuestro país le falta mucho camino por recorrer para recortarle las uñas a los funcionarios rateros.
SANLU
La Secretaría de Salud alertó a los habitantes de la zona fronteriza para que no consuman leche que lleve la leyenda “Sanlu”, ya que se trata del lácteo contaminado de melanina y que ha ocasionado varias muertes en China.
Las autoridades sanitarias de Tamaulipas no descartan la posibilidad de que el producto contaminado llegue a México, especialmente a la franja fronteriza, así que por favor verifique que la leche que se consuma en su hogar no diga Sanlu en su empaque, porque puede provocar intoxicación e incluso la muerte.
Discussion about this post