Priístas recelaron cuando filtraron que ÓSCAR LUEBBERT GUTIÉRREZ era apadrinado por el exgobernador MANUEL CAVAZOS LERMA y otros aseguraban que detrás se encontraba el ex candidato a la silla estatal, BALTAZAR HINOJOSA OCHOA.
Los informes también establecen claramente SERGIO GUAJARDO MALDONADO, el todavía titular de la delegación federal de la Sedatu es manejado por el ex gobernador EGIDIO TORRE CANTÚ.
En ambos casos, ninguno de los dos tiene nada de que presumir, son padrinos que no suman, restan, pues los priístas quedaron cansados de sus acciones y poco pueden abonar. Son un par de padrinos que no pueden mostrarse si en realidad están detrás de sus aspiraciones.
CAVAZOS LERMA no está en su mejor momento, su popularidad no es la mejor, pudo resurgir cuando un grupo de burócratas priístas le solicitaron que encabezará su defensa ante el despido de más de 3 mil de sus compañeros por su filiación o simpatías partidistas.
CAVAZOS se negó, no quiso entrar en una polémica y se alejó de esa lucha por los derechos laborales de miles de empleados. Además de que es un Senador oportunista, llegó a la Cámara como primera minoría, perdió la elección porque el grueso de los votantes no lo querían.
En el caso de EGIDIO se puede decir que junto con BALTAZAR reparten el porcentaje de la culpa por la derrota en los comicios estatales, sin embargo el ex mandatario es uno de los personajes menos queridos y se refleja en el poco apoyo que brindan a la actual dirigencia estatal, pues desde diferentes frentes y grupos exigen una elección inmediata.
Por eso ni a ÓSCAR LUEBBERT, ni a CHECO GUAJARDO les conviene decir que están bajo la tutela de los dos ex gobernadores mencionados.
GUAJARDO se supone que renuncia esta semana y su relevo en la Sedatu parece cantado a favor del tampiqueño SERGIO VILLARREAL BRICSTON, líder del PRI porteño.
LUEBBERT va con todo y prueba de ello es que se metió con todo en la zona de Hidalgo, Villagrán y Mainero, tres municipios que están bajo el fuego de la inseguridad y en donde ganó el PAN de forma aplastante en la pasada elección y sólo dejaron unos pocos votos a los tricolores.
El reynosense fue sin miedo a pesar de las recomendaciones que le hicieron para que pospusiera la visita en los municipios donde las balaceras, secuestros y enfrentamientos se pueden dar en cualquier momento.
No tuvo miedo y fue a llevar su propuesta en eventos que estuvieron al máximo de asistencia. En estos tres municipios parece que el PRI revivió, algo sucede que regresaron nuevamente con una mayor pasión tricolor. Ni modo que digan que fueron acarreados en municipios donde gobierna el PAN.
LUEBBERT parecía el novio nervioso que va pedir permiso al suegro que tiene la escopeta en la mano. Así fue el aspirante priísta a enamorar otra vez a los habitantes de esta región, su evento fue un éxito y obtuvo el permiso para soñar.
En Nuevo Laredo, mientras sus cuentas públicas se encuentran amenazadas por la Auditoría, el ex alcalde CARLOS ENRIQUE CANTUROSAS se divierte jugando frontón. Le gustan las retas y gana a toda costo como cualquiera que practique el frontón, no le gusta perder, ni abandonar la cancha y siempre acepta cualquier reto, sin medir el tamaño del rival. Así son de afrentosos y obstinado y se lanzan con todo aunque estén perdidos.
Al neolaredense lo acaban de retar y seguramente lo acepará por eso está listo para lanzarse como candidato a la alcaldía y sólo lo puede detener el peso de sus cuentas.
Bueno, por hoy es todo.
Adiós y aguas con los patinazos…
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