Naciones Unidas.-
En un ríspido intercambio, atemperado sólo por las formas diplomáticas, los embajadores de Rusia y Estados Unidos ante la ONU se acusaron hoy de mentir, usar dobles estándares y ser la causa de la actual crisis en Ucrania.
En una sesión en el Consejo de Seguridad, la embajadora estadounidense Samantha Power acusó a su colega ruso, Vitaly Churkin, de usar “falsedades monumentales” y, en su segunda intervención, se dedicó a “corregir una más de las mentiras que han sido dichas en esta sala”.
Power negó la aserción rusa de que Estados Unidos nunca llamara a los manifestantes de Kiev a que, cuando comenzaron la revuelta que terminaría con la salida del país del presidente Vicktor Yanukovich, evitaran usar la violencia y a que desalojaran edificios tomados.
La embajadora estadounidense ofreció varios ejemplos de llamados del gobierno de Estados Unidos a manifestantes, y luego pidió a Churkin a que hiciera similares peticiones a los separatistas rusos en Ucrania con el fin de que negociaran de manera pacífica el desalojo de edificios tomados.
Asimismo, destacó que “Rusia está difundiendo dos falsedades monumentales”. La primera, referida a que el gobierno de Ucrania lleva a cabo ataques contra su población civil, y la segunda en relación a que el gobierno de Rusia está preocupado por este escalamiento en la violencia en territorio ucraniano.
“La preocupación expresada (por Rusia) es cínica y mentirosa, y tiene sólo la intención de distraernos de una realidad que se desarrolla frente a nuestros ojos”, indicó Power.
La diplomática resaltó que el gobierno de Ucrania no tenía otra opción más que tomar medidas contra las partes del país que habían sido tomadas por separatistas, como lo harían las autoridades de cualquier país.
Mientras tanto, Churkin calificó en sus intervenciones al gobierno interino de Ucrania de ser una “pandilla” que encabeza un “régimen” que ha lanzado “una criminal aventura” contra su población, apoyado por fuerzas ultranacionalistas de derecha y por gobiernos de Occidente.
“El régimen de Kiev, con el apoyo de sus patrocinadores de Occidente, comenzó el uso de la fuerza militar”, en acciones que el diplomático ruso calificó como “punitivas” contra la población.
Asimismo,Churkin declaró que en las operaciones del gobierno ucraniano se habían detectado personas que hablaban inglés, a lo que el representante alterno de Ucrania ante la ONU, Oleksandr Pavlichenko, respondió que los únicos extranjeros inmiscuidos en su país eran rusos.
Churkin expresó además no entender los “dobles estándares” de Occidente, que mientras que pidió mesura a Yanukovich contra los manifestantes en Kiev ahora llamaba a usar la fuerza contra separatistas en el este de Ucrania.
“Es hora de que los colegas de Occidente piensen dos veces y razonen con sus discípulos en Ucrania y dejen de jugar con el destino del pueblo ucraniano para conseguir sus propios objetivos geopolíticos”, urgió.
Mientras tanto, el subsecretario general de la ONU para Asuntos Políticos, Jeffrey Feltman, reportó un deterioro de la situación y advirtió que los hechos más recientes podrían desestabilizar más el país y la región, además de amenazar la unidad de Ucrania.
Reiteró también que viajará tanto a Kiev como a Moscú la próxima semana con objeto de impulsar un diálogo directo entre Rusia y Ucrania.
La sesión de este viernes fue convocada por Rusia, luego de los últimos incidentes ocurridos en el este de Ucrania, que incluyen el derribo de dos helicópteros militares y la muerte de un piloto en Slovyansk.
Por su parte, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, consideró en un comunicado que “la creciente violencia y los reportes adicionales de pérdidas de vidas en la ciudad de Slovyansk son un crudo recordatorio de qué tan peligrosa se ha tornado la situación”.
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