A los 50 años de la visita del presidente francés Charles De Gaulle a México, pero mucho más impopular que él y envuelto en escándalos chismoso-mediáticos por sus múltiples mujeres, el actual presidente François Hollande ha de haber sentido su visita de estado a nuestro país como una enorme bocanada de aire fresco. Aparecía como compadre de toda la vida de un Peña Nieto que le regaló la misma sonrisa que a Obama o Castro; esta vez frente a las pirámides de Teotihuacán. “La mano dans la mano” (sic), “el corazón con el corazón” y “la palpitación del sentimento” (sic) son algunas de las arriesgadas expresiones que se aventuró a articular Hollande para celebrar la amistad renaciente.
Ni las presiones de su ex pareja, Valérie Trierweiler, para que tomara parte a favor de Maude Versini en el pleito familiar que ha tenido sobre la custodia de sus hijos con el poderoso Arturo Montiel (tío de Peña Nieto que ha sido involucrado en múltiples escándalos de corrupción), ha logrado envenenar la relación entre los dos mandatarios, que aparecieron inseparables y abrazados en la “Ciudad de los Dioses”. Es cierto, el “asunto Versini” ha estado presente a lo largo de su visita, pero Hollande llegó a nuestro país con primera necesidad de darle vuelta a la página negativa que se inició en los tiempos de Sarkozy y Calderón (el simple nombre de Florence Cassez quedó grabado en el inconsciente colectivo – para bien o para mal – de la gran mayoría de los mexicanos), y no para iniciar otra tensión diplomática.
Con esta amistad balbuciente, y como consecuencia lógica del mejoramiento de la relación, la gira de Hollande concluyó con convenios de cooperación y con contratos firmados en sectores de interés para ambos países (energía, turismo, aeronáutica; recordemos que en Francia se encuentra la sede de Airbus, el competidor europeo de Boeing); a la imagen del contrato de mil 700 millones de pesos que anunció el especialista en transportes y energía Alstom, o del convenio en materia de telecomunicaciones espaciales por satélites firmado entre la Agencia Espacial Mexicana y su contraparte francesa.
Esperemos ahora que esta visita permita realmente establecer las bases para una cooperación y de una prosperidad compartida, como no dudaron en anunciarlo los medios franceses, todos ditirámbicos sobre las expectativas que esta visita levantó. Tanto TF1, la principal televisora del país, que RTL, la principal radio; así como la gran mayoría de la prensa francesa (Le Monde, Le Nouvel Observateur o Les Échos) subrayaron las grandes oportunidades que ofrece México para las empresas e industrias francesas (mano de obra calificada y barata; ubicación estratégica; compromiso firme con el libre comercio internacional). Dicho sea de paso, esto confirma también la innegable habilidad política de Peña Nieto para reinstalar a México en un protagonismo internacional lentamente disuelto a lo largo de 12 años de panismo.
En este contexto, los sectores más dinámicos de México, como la manufactura automotriz, son muy atractivos para los constructores de vehículos franceses como Renault y Peugeot. De su lado, Francia puede representar una puerta de salida nueva para el comercio exterior mexicano, enredado en su dependencia directa del vecino estadounidense que nunca trajo el bienestar prometido desde hace 20 años. Obviamente, el interés de Peña Nieto va mucho más allá del país galo, pues México tiene mucho que ganar en estrechar toda la relación estratégica con la Unión Europea.
¿La nueva amistad declarada; otra declaración de intenciones o giro real de diplomacia bilateral? El tiempo nos lo dirá. Ojalá los acuerdos firmados, desde los intercambios estudiantiles hasta los contratos comerciales, no se queden simplemente en el tintero. La próxima precisión de las “reformas” de “modernización y apertura” (según dijo Hollande) de Peña Nieto permitirá sin duda clarificar el panorama de oportunidades reales para los países extranjeros, empezando por el sector energético.
Siguiente encuentro: el 14 de julio 2015 en París, con un Peña Nieto nada menos que invitado de honor de la conmemoración de la Revolución Francesa. ¿Qué tal esto? Cuando les digo que el presidente mexicano tiene pericia para establecer lazos de amistad…
pstoessle@udem.edu.mx
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