México, D.F.-
Aunque no todos lo que reciben un sueldo trabajan precisamente en una oficina, la gran mayoría de los citadinos sí hacen su rutina alrededor de un horario, el escritorio, la computadora y el anhelado día de quincena.
A cierto sector que cumple al pie de la letra con el perfil del traje sastre, de llevar su refractario con el menú que mamá le puso para la tarde, y por esperar a que den las siete para checar tarjeta y salir corriendo aunque no terminen el trabajo pendiente, los llaman “Godínez”.
Son quienes más padecen el escarnio de sus compañeros, una especie de “bullying laboral”.
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