Monterrey, NL.-
En un término de 48 horas, la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) espera solucionar las afectaciones que causaron las corrientes de agua en la carretera libre a Nuevo Laredo, donde quedó destruida la carpeta asfáltica, en un área de unos 15 metros de largo, once de ancho y cuatro metros de profundidad, a la altura del kilómetro 161+750 metros.
Roberto Cervantes Martínez, director general del centro SCT de Nuevo León, informó que a raíz de las fuertes lluvias e inundaciones que se registraron en la región norte del estado la noche del lunes y madrugada del martes, la carretera podría presentar otros daños ya que hay zonas que todavía están cubiertas por encharcamientos.
Comentó que una vez que bajó el nivel del agua, se percataron que a unos 250 metros del citado rompimiento de la carretera, había una alcantarilla que tiene que ser reparada. En la zona afectada hay cuadrillas de las áreas de servicios técnicos, conservación, y construcción, para reparar los daños a más tardar en un periodo de 48 horas, no obstante que sigue lloviendo en la región.
Mientras tanto, dijo el funcionario, la circulación vehicular sigue cerrada en el cuerpo carretero en dirección de Nuevo Laredo a Monterrey, pero para resolver el problema de manera temporal, desde las 16 horas del martes, la Policía Federal abrió un carril a contra flujo en el otro cuerpo de la carretera, en un tramo que va desde el kilómetro 149 hasta el 178, es decir por casi 30 kilómetros.
El director del centro SCT Nuevo León consideró que son cuantiosos los daños que sufrieron las unidades de carga que transitaban por la carretera cuando ocurrieron las inundaciones, ya que el nivel del agua alcanzó a subir hasta la mitad de las cajas.
Además, deben considerarse las afectaciones que muchas empresas sufrieron simplemente por el retraso, ya que mucho vehículo pesado transporta por esa vía insumos para la producción, aunque afortunadamente cuentan con seguros para ese tipo de contingencias. Comentó que el aforo diario de la carretera libre a Nuevo Laredo, es de 16 mil unidades entre vehículos ligeros y pesados.
La autopista de peaje Monterrey-Nuevo Laredo, no sufrió daños por las lluvias, pero al momento que se vio interrumpido el tráfico en la carretera libre, registró un aumento en el flujo que alentó un poco el tráfico, sin embargo al momento que se abrió el carril a contraflujo, la situación se normalizó, dijo Cervantes Martínez.
Por otro lado, el diputado local panista, José Luis Santos Martínez, presentó ante el pleno de la legislatura una solicitud de exhorto para que la SCT agilice los trabajos de reparación, y que el gobierno del estado, realice la reconstrucción de caminos alternos afectados por las lluvias.
Expuso el norte de la entidad está con serios problemas de comunicación, pues debido a los encharcamientos, en la carretera libre a Nuevo Laredo, se formaron filas de vehículos de hasta 15 kilómetros, y al mismo tiempo hubo cierre en la carretera a Colombia, en el municipio de Anáhuac, por el desbordamiento de ríos y arroyos.
Aunado a ellos, dijo, las malas condiciones de los caminos alternos que se han habilitado con motivo de las obras de rehabilitación de la carretera a Colombia, ha provocado que decenas de autos se queden varados entre los lodazales y los encharcamientos, lo que ha venido a complicar aún más la situación en la región.
A consecuencia de esta problemática de lodazales, la escuela primaria de Lampazos, “Pablo González Garza”, no tuvo clases porque sus maestros, que en un 90 % vienen de fuera, se quedaron varados y atascados, afirmó Santos Martínez.