Londres, Inlgaterra.-
Las inundaciones repentinas que se han registrado en el norte y noroeste de Afganistán han dejado más de 180 muertos y miles de personas fueron obligadas a dejar sus hogares, reportaron hoy funcionarios del los gobiernos locales.
Las crecidas provocadas por las lluvias torrenciales han destruido más de tres mil casas en el norte de Afganistán, mientras 150 personas están declaradas como desaparecidas, aunque la magnitud del desastre todavía está por cuantificarse.
Las provincias de Jowzjan y Faryab, fronterizas a la antiguas ex república soviética, Turkmenistán, son las regiones más afectadas por las inundaciones, que siguieron a las fuertes lluvias que comenzaron el jueves pasado.
Las riadas repentinas en las últimas 48 horas fueron reportados en 23 distritos a través de seis provincias: Jowzjan, Faryab, Sar e-Pol, Balkh, Samangan y Takhar, reportó el canal afgano de noticias Khaama Press.
Aidan O’Leary, el jefe de la Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) en Afganistán, dijo que los gobiernos provinciales habían informado de 180 muertes.
Al menos 100 personas murieron en la provincia de Jowzjan, 53 personas murieron en la provincia de Faryab, y 27 más murieron en la provincia de Sar-e- Pol .
Pero el alcance total de los daños y las víctimas aún no es preciso, luego que en el distrito Qush Tepa, en la provincia de Jowzjan, señalan que al menos de 150 personas están desaparecidas.
Un informe adicional de la catastrofe realizado por OCHA dijo que al menos 700 residencias, 250 casas-tiendas y 120 jardines fueron destruidos en la provincia, desplazando a más de seis mil personas.
Al menos dos mil 309 casas fueron destruidas y una gran cantidad de tierra agrícola se vio afectada en la vecina provincia de Faryab, en el que el gobierno reportó al menos 33 muertos y siete desaparecidos.
Al menos mil 750 personas fueron afectadas en el distrito de Khwaja Sabz Posh , pero se estima que el número es mayor en otras partes de la provincia.
Las lluvias estacionales y las nevadas de primavera se traducen regularmente en devastadoras inundaciones en el norte de Afganistán, lo cual representa una situación de alto riesgo para la población , debido a la ubicación geográfica y a la degradación ambiental.
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