Madrid, Esp.-
La escritora mexicana Elena Poniatowska aseguró hoy aquí que fue el desconocimiento de México a los pocos años de su llegada al país, y las preguntas “impertinentes”, lo que le permitió hacer el periodismo que conforma parte de su obra.
En una conversación con el escritor mexicano Jordi Soler en la sede del Instituto Cervantes, explicó que al inicio de su obra literaria era muy joven, no sabía a dónde quería llegar, “y todo surge del periodismo, de hacer entrevistas acerca de un país que no conocía”.
En el encuentro realizado un día después de que recibiera el Premio Cervantes 2013, expuso cómo tras su llegada en 1942, muchas cosas le eran nuevas, no las había visto en Francia donde nació, y aprendió rápido a hablar pero le quedaba mucho por comprender del país.
Señaló que también se conjugó “la suerte” en un momento en que había pocas mujeres en el periodismo y que pudo hacer entrevistas a personajes como Luis Buñuel, David Alfaro Siqueiros, María Félix y otros.
Como anécdota, Poniatowska contó que en sus inicios visitó a Diego Rivera para entrevistarlo, aun cuando en su familia “estaba proscrito” por haber pintado desnuda a su tía Pita Amor, pero era un personaje “accesible con los periodistas”.
“Era gordo y grande, pero con dientes muy pequeños, y le pregunté que si eran dientes de leche y me respondió que con esos dientes se comía a las polaquitas preguntonas. Entonces fue a partir de preguntas babosas, impertinentes que ya muchos las esperaban de mí, como se da todo esto”, dijo.
“Es resultado de ese acercamiento impertinente o infantil que surgían algunas cosas, y eso contrastaba con el formalismo del periodismo mexicano de la época. Entonces empecé a decir el otro lado de las cosas, a veces sin darme cuenta”, manifestó la escritora mexicana.
Recordó cómo en sus inicios en el periodismo, algunos compañeros principalmente directivos iban armados, “había mucha agresión en el periodismo y en el ambiente, pero con hipocresía, y esta sigue y no sé cómo tiene tanta vigencia”.
Asimismo, narró cómo fueron sus primeras entrevistas, al embajador de Estados Unidos en México, que se publicó en Excélsior, y a la cantante portuguesa Amália Rodrigues, sobre su vida como intérprete de fados.
Aclaró que de México la única parte que cree que aún le falta por terminar de entender es el mundo político, por lo que le gustaría aproximarse para comprender mejor cómo es.
“El mundo político me es un misterio; casi nunca le entiendo a un político, y yo les caigo mal porque desde un principio molestaban las preguntas con las que yo trataba de entender, como: ¿es verdad que usted es muy ladrón?, y me mandaban rápido a casa”, explicó.
La autora de “La noche de Tlatelolco” reconoció que el apoyo abierto a Andrés Manuel López Obrador en los últimos años parte de creerle que “él está del lado de los pobres y necesita de la gente, que lo estimula”.
“Tiene una acción amorosa que no veo en otros políticos. No sé si sería buen presidente, ni siquiera sé si es buen político, pero cuando lo oigo y lo veo creo que lo que dice es verdad”, afirmó.
En este acto intervinieron también el ex rector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Juan Ramón de la Fuente; el rector de la Universidad de Alcalá de Henares, Fernando Galván; y el secretario general del Instituto Cervantes, Rafael Rodríguez Ponga.
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