CUAUTITLÁN, Méx.-
Rubén “N” el padrastro de Owen, el pequeño que fue golpeado y quemado con cigarros encendidos en diversas partes de su cuerpo, finalmente fue sentenciado a 9 años de prisión por las lesiones que le provocó al niño de 5 años de edad, pena que sumará un total de 12 años, toda vez que también fue sentenciado a 3 años 4 meses por actos libidinosos cometidos contra el menor.
La Procuraduría General de Justicia del Estado de México informó que Rubén “N” fue detenido en junio del año 2014, en el municipio de Tequixquiac y fue condenado a 9 años de prisión, luego de que el Ministerio Público de esta Institución acreditó que este sujeto golpeó a un menor de 5 años de edad, hijo de su pareja sentimental.
El niño presentaba múltiples lesiones en su cuerpo, entre ellas quemaduras con cigarrillo que le provocaron en su pequeño cuerpo, por lo que al ingresar al área de urgencias del hospital del ISSEMyM en Tlalnepantla, médicos y enfermeras documentaron el hecho e hicieron una denuncia pública.
La madre de Owen, también fue detenida y procesada por las lesiones que presentaba su hijo, las cuales no impidió y presuntamente fue omisa para evitar que su pareja lo lastimara, un juez determinó conmutar la sentencia por una garantía económica, por lo que salió libre.
La Fiscalía mexiquense señaló que “los elementos de prueba recabados y aportados por el Agente del Ministerio Público fueron determinantes para que un Juez del Distrito Judicial de Cuautitlán dictara esta sentencia condenatoria por los delitos de lesiones y violencia familiar en contra de Díaz Alamilla” quien en total deberá cumplir 12 años 4 meses en prisión en el penal de este municipio.
Toda vez que hace unos días, un Juez dictó una condena de 3 años y 4 meses de prisión en su contra por actos libidinosos en contra del niño, por lo que Rubén suma dos sentencias en su contra, además de que le fijaron una multa de 67 mil 290 pesos como reparación del daño.
Cabe recordar que el 16 de mayo del año 2014, en el interior de un domicilio ubicado en la colonia El Parque de San Mateo, en el municipio de Cuautitlán México, Rubén golpeó al pequeño e incluso lo quemó con un encendedor y cigarros diversas partes de su cuerpo.
Por esas lesiones, que incluían fractura de huesos, el niño fue trasladado al hospital del ISSEMyM en Tlalnepantla, donde médicos que lo atendieron determinaron que se trataba de un cuadro de maltrato familiar.
Rubén huyó al conocer que era buscado por personal de la ahora FGJEM, que inició una investigación y la entonces Procuraduría de Justicia mexiquense emitió un acuerdo de recompensa de hasta de 250 mil pesos a quien aportara información útil para la localización de Díaz Alamilla.
El padrastro de Owen fue detenido “el 10 de junio del 2014, en la comunidad de San Miguel, municipio de Tequixquiac, lugar donde el sentenciado se escondía para evadirse de la acción de la justicia”, indicó la fiscalía.
“Cuando llegue como Procurador tenía poco tiempo que había sucedido ese lamentable evento en donde la pareja sentimental de la mamá de Owen lo había maltratado de forma deleznable, poco tiempo después logramos la detención de este sujeto, y no solamente la detención, logramos hacer un buen trabajo de litigación para lograr la vinculación a proceso y que este sujeto saliera condenado como ahora lo es por este delito”, afirmó Alejandro Gómez Sánchez, Fiscal General de Justicia del Estado de México.
“El caso Owen también fue emblemático porque representó una modificación al Código Penal para ajustar el tipo penal de violencia intrafamiliar, no solamente por los padres directos o las parejas sentimentales sino toda persona que estuviera en el núcleo familiar del niño o la niña lesionada o aquella que fuera la víctima, también sería probable responsable por la comisión de este delito”, agregó el Fiscal General.