Cd. de México.-
La calificadora Standard and Poor’s informó que ante un escenario de eventual término del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) las empresas mexicanas y el sector financiero en el país tienen los elementos para soportar el impacto.
Según la agencia, si bien su escenario central es que México, Estados Unidos y Canadá alcancen un acuerdo al final de las negociaciones, considera que la incertidumbre sobre el TLCAN probablemente genere volatilidad sobre la economía mexicana.
“Las renegociaciones del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) se reanudarán esta semana en la Ciudad de México. Lejos de alcanzar un acuerdo después de cuatro rondas de conversaciones, los gobiernos de Canadá, México y Estados Unidos ya han anunciado la extensión del proceso hasta 2018. Al día de hoy, la profundidad y alcance de los posibles resultados de la renegociación es aún incierto”, dijo la calificadora.
En ese sentido, comentó que en el corto plazo, el sector corporativo mexicano está preparado en general para absorber el impacto de una desintegración del TLCAN.
“Si el TLCAN termina, el pesimismo sobre las perspectivas de crecimiento económico de México podría desencadenar una fuerte disminución de las inversiones y debilitar las condiciones de negocios de mediano plazo”, destacó.
En ese sentido, resaltó que en el sector de manufactura de exportación, los proveedores de autopartes tendrían una exposición directa al fin del acuerdo comercial, sobre todo porque más de 75% de los ingresos de estas empresas proceden de la región del TLCAN.
“Las industrias relacionadas con el consumo son probablemente las más expuestas a los riesgos a corto plazo por una terminación del TLCAN”, añadió.
En el caso de los bancos, Standard and Poor’s añadió que en el caso de que Estados Unidos revoque unilateralmente el TLCAN, están bien posicionados para sortear la incertidumbre y el impacto en la economía mexicana que provoque dicha decisión, que se reflejará en un menor crecimiento del PIB, mayores niveles de inflación y tasas de interés, y depreciación del peso mexicano y el efecto potencial sobre algunas de sus carteras de crédito.
“Nuestra opinión se deriva del bajo porcentaje de créditos totales otorgados a sectores sensibles al TLCAN”, comentó.