Con tanta violencia por las calles esta semana la siento que transcurre pesadamente, si no es por cuestión estrictamente laboral, ya le piensas para salir y más si es fuera del perímetro que acostumbras.
Siente uno estar en riesgo, sobre todo por la noche, pero ayer por la tarde de regreso a mí casa llegué a una farmacia y cuando me estacionaba, me tocó ver en vivo y en toda su expresión un hecho violento.
Una señora fue despojada de su camioneta y la perturbación que sufrió en su estado de ánimo fue impresionante. No todos asimilan una agresión y se agrava el ánimo colectivo cuando vemos que la ola delictiva va in crescendo.
No sé si se trata de un desafío a la autoridad que, de ser así, entonces ya estamos en presencia de un terrorismo.
El gobierno, los partidos políticos, los organismos privados y las iglesias tiene que reunirse y tomar decisiones.
Los delincuentes no se inhiben por los patrullajes del Grupo de Coordinación Tamaulipas. Viene la temporada de aguinaldos y hasta los peatones serán presa.
Que tengan un buen día y cautela al salir o regresar.